Negligencia Médica en la Administración de Anestesia al Paciente
La administración de anestesia al paciente es uno de los momentos más delicados que pueden presentarse de cara a cualquier intervención médica o quirúrgica, especialmente en aquellos casos en los que las dosis que se suministran son mayores (si bien toda intervención o procedimiento en que ésta se emplea podría resultar potencialmente peligroso).
Y es que un exceso de la misma podría dar lugar en el paciente a lesiones cerebrales o, en los peores casos, incluso llegar a determinar su propio fallecimiento.
¿Cómo podría determinarse si existió negligencia en la administración de la anestesia?
Normalmente en los Hospitales y Clínicas se lleva a cabo una intensa labor de documentación a fin de evaluar las condiciones del paciente previamente a la intervención y al suministro de la anestesia, realizando diversos exámenes sobre su situación después del mismo, a efectos de asegurar que éste ha tenido lugar sin error alguno que pudiera suponer un serio peligro para el paciente.
Desafortunadamente, en ocasiones se cometen errores y omisiones en esa labor de documentación, ampliándose el margen para la ocurrencia de este tipo de errores y fallos por parte de los anestesistas.
Es preciso considerar que la prueba en este tipo de casos, tras interponerse una Reclamación o Demanda por Negligencia Médica, presenta un mayor grado de complejidad que en otros supuestos. Y es que cuando los fallos tienen lugar, el paciente se encuentra sedado, y en muchos casos, inconsciente; lo que impediría que pudiera advertir de primera mano el error cometido por el facultativo médico.
Los daños que por su uso podrían ocasionarse en el paciente
El empleo de anestesia en dosis inadecuadas o excesivas para el paciente podría ocasionar en él:
- Parálisis y daños de tipo cerebral.
- Lesiones en los nervios.
- Parálisis en otras zonas del cuerpo.
En todos los casos, estos daños podrían ser evitados si el anestesista actuara de forma lo suficientemente diligente al realizar su trabajo. Someter al paciente a diversas pruebas, entre ellas de alergias, y asegurar un estudio pormenorizado del caso podrá permitir evitar este tipo de situaciones trágicas.
Cuando la lesión al paciente ya se ha ocasionado (y el daño ya está, pues, hecho), éste (o sus familiares en el caso de que hubiera fallecido como consecuencia de la misma) dispondría en todo caso de la posibilidad de interponer una Reclamación por los daños y perjuicios ocasionados por la actuación negligente cometida en el centro médico en que se le suministró la anestesia.
Jose Alberto Andrío Espina
www.aa-indemnizaciones.com
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