El secreto para adelgazar (2a Parte)
En el artículo anterior, pudimos establecer que cuando se hace dieta para adelgazar y se pierde peso, es muy difícil mantener ese peso durante mucho tiempo, una vez se ha abandonado la dieta.
El cuerpo, podríamos decir que tiene una especie de “memoria”, que se activa en tiempos de restricción. Cuando esta fase se acaba, entonces es el propio organismo el que se encarga de hacer reserva, para cuando “vengan tiempos difíciles”,(instinto de supervivencia) y así poder preservar la salud y la vida.
El cuerpo no hace la diferencia entre si esos “tiempos difíciles”, son reales o están impuestos por nosotros mismos.
Sabiendo que el objetivo del cuerpo es preservar la salud por encima de todo, he enfocado el tema, por decirlo de alguna forma, al revés. Pero no se trataría de empezar la casa por el tejado, ni mucho menos, más bien sería forjar unos buenos cimientos saludables. Teniendo siempre en cuenta que debemos aportar los nutrientes necesarios para que esto se produzca.
Recuperar las funciones del sueño y el descanso adecuado nos ayuda a tener mejor energía durante la jornada diaria. Aportando los oligoelementos y vitaminas necesarios podemos reducir la necesidad imperiosa de comer chocolate , alimentos dulces o salados. También hemos notado que se podría mejorar la circulación sanguínea y otras funciones orgánicas. Después, cuando todas las necesidades esenciales estén cubiertas podremos bajar de peso de forma natural y sin ningún esfuerzo.
A modo de resumen, podríamos decir que la realidad es que estamos constantemente sumidos en una carencia de minerales, vitaminas, aminoácidos y otros nutrientes esenciales y como apuntábamos más arriba, nuestro organismo tiene como objetivo preservar la salud y además proteger órganos vitales.
¿Porqué decimos esto?
El cuerpo está dotado de mecanismos que distribuyen las sustancias esenciales dando una clara preferencia a los órganos que son imprescindibles para la vida pasando por delante de otros que no lo son tanto.
Si a usted le dieran a elegir entre sufrir un estreñimiento de cuatro días o que se detuvieran las funciones de su corazón,¿qué escogería? la respuesta es obvia y lógica a la vez.
Pues, esa es la manera en la que responde nuestro organismo ante un estado de carencia nutricional. Después de haber ingerido los nutrientes , a través de nuestra alimentación, se activan reacciones químicas para que se ponga en marcha la producción de enzimas, hormonas y otras sustancias. Pero el problema con el que nos encontramos hoy en día, es que los suelos donde se cultivan los cereales, las hortalizas y los frutales, está agotados y los animales que también se alimentan de la producción de esos suelos, permanecen en un estado de carencia nutricional a lo largo de su crianza.
La cuestión es que, finalmente y como consecuencia de todo esto, nosotros estamos mal nutridos aunque estemos en una época, en la que se supone que estamos bien alimentados. ¡Todo esto, acaba pasando factura!. Es por eso, que primo la recuperación del equilibrio del organismo potenciando un buen estado de salud. Después podremos comprobar , una vez tras otra, que el peso se regula sólo.
Le animo a que se aseguren de recibir una buena nutrición y puedan comprobar los sorprendentes resultados de los que se pueden beneficiar, su salud... y su peso, naturalmente.
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