Los cuatro pasos básicos para ganar dinero por Internet
Hay cuatro pasos básicos para lograr el éxito utilizando el ordenador e Internet como herramientas de trabajo. Cada persona tiene su propia definición de lo que es el éxito, pero la gran mayoría de las personas lo que andan buscando no es el dinero en sí mismo, sino la Calidad de Vida que sólo el dinero permite tener. En otras palabras, el dinero no es para la mayoría de nosotros un fin, sino un medio para alcanzar el fin último, que consiste no sólo en la adquisición de bienes materiales, sino también en la disponibilidad de tiempo para disfrutar de esos bienes, o de las actividades que nos agradan, en la compañía de las personas con las que nos sentimos a gusto.
Este fin último ha sido bautizado con diversos nombres: Calidad o Estilo de Vida, Libertad Económica o Independencia Financiera son algunos de los más populares. Pero para poder gozar plenamente de esa calidad de vivir que da la auténtica libertad, es fundamental que nuestros ingresos sean pasivos y residuales. Por paradójico que pueda parecer a primera vista, un multimillonario que debe consagrar doce o más horas diarias de su tiempo a controlar el rendimiento de sus negocios NO ES FINANCIERAMENTE LIBRE. Esto es porque la mayor parte de sus ingresos son activos, es decir, dependen de su actividad personal, y de ahí que tenga que dedicar tanto tiempo y desvelos al mantenimiento de sus finanzas.
En contraste, los ingresos pasivos son aquellos que se generan independientemente del tiempo que les dediquemos. Podemos estar viajando, disfrutando de un día de sol en la playa o jugando con nuestros hijos, y al mismo tiempo seguir generando ingresos. Esto no significa que no tengamos que hacer nunca nada, pero sí podemos escoger nuestros horarios y optimizar el resultado de nuestros esfuerzos. La clave es la AUTOMATIZACIÓN o SEMI-AUTOMATIZACIÓN del proceso de generación de ingresos, algo que ya es una realidad gracias a las tecnologías de la informática e Internet, aunque también existen otras fuentes de ingresos pasivos en sistemas más tradicionales, como la Bolsa de Valores o las inversiones en Bienes Raíces.
La otra gran ventaja es que esta clase de ingresos pueden ser no sólo pasivos, sino también residuales. Esto es lo mismo que seguir obteniendo rentabilidad de una campaña que se cerró hace tiempo, como esa canción que vendió un determinado número de copias (como resultado de un proceso creativo y un lanzamiento publicitario) pero que muchos años después sigue dando dinero al artista sin ningún esfuerzo ni acción por su parte, por ejemplo cada vez que se escucha en la radio, en concepto de derechos de autor.
Pero, como se ha apuntado al principio de este artículo, hay que seguir cuatro pasos, que son las claves del verdadero éxito:
Mentalización. No es útil esforzarse en alcanzar la Calidad de Vida y la Libertad Económica si no existe una MENTALIDAD DE ÉXITO. El pensamiento es el germen de cualquier resultado, positivo o negativo, y si queremos tener éxito deberemos aprender primero a pensar en términos de éxito y a sentir el éxito como algo que ya es una realidad, y no una promesa, en nuestra vida. Acción. Si nos limitamos a pensar en el éxito sin tomar ninguna clase de iniciativa práctica, nos quedaremos en el terreno de los sueños y los deseos. Pero hay una buena noticia: importa más la COHERENCIA de la acción con el deseo que la magnitud de la acción. Si nos esforzamos demasiado, en la creencia errónea de que todo depende de la magnificencia de nuestros actos, probablemente fracasaremos. Aquí es donde entra en juego la CONFIANZA, que se manifiesta en la actitud relajada del que sabe que, actuando coherentemente con las metas que se ha propuesto, encontrará a las personas, condiciones y circunstancias que le guiarán hacia esas metas. Hay una parte que depende de nosotros, y hay otra parte que definitivamente supera las limitaciones de nuestro ego. Nosotros decidimos lo que queremos, eso es lo verdaderamente importante. Pero no pretendamos controlar todo el proceso, el cómo y el cuándo vendrán por sí solos (a menudo por cauces inesperados) simplemente enfocándonos en nuestro objetivo sin dudar de su manifestación. Búsqueda de un mentor. Podemos hacerlo fácil o difícil, largo o bastante más corto. Un mentor es aquel que ya consiguió lo que nosotros deseamos y al que aceptamos como maestro para acelerar nuestra curva de aprendizaje. El mentor ya anduvo el camino, y llegó hasta donde está a base de ensayo y error, ensayo y error. Si fue afortunado, él mismo tuvo uno o varios mentores que le mostraron un atajo en su propio proceso de aprendizaje. Ahora bien, una advertencia: hay que elegir a un buen mentor, alguien que de verdad haya alcanzado un éxito demostrable y esté dispuesto a compartir con otros lo que aprendió en su propio camino de crecimiento personal. Esto es lo más fácil: seguir los pasos de nuestro mentor, dejar a un lado nuestro ego y tener la humildad suficiente para dejarnos enseñar. Tampoco caer en el error de pensar que estamos copiando o plagiando un modelo de negocio, si el experto está dispuesto a compartir una información con nosotros es porque él también obtiene un beneficio. Lo importante en definitiva es lo que ganamos nosotros, que es mucho cuando la información es útil y valiosa. No olvidemos que el tiempo también es una inversión.http://www.asiseganadineroporinternet.com
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