Como llegué a ser Abogado web 2.0

Acabé la carrera de derecho en el 2003 y como muchos de nosotros (abogados), pensé qué hacer con mi vida profesional, ¿trabajar de forma autónoma o intentar formar parte de un despacho de abogados? Como mis posibilidades económicas no eran muy grandes opté por la segunda opción, me incorporé a un despacho de abogados "humilde" que resolvía todo tipo de casos.

Durante 5 años de mi vida estuve trabajando para este despacho a la manera tradicional a como trabajan gran parte de los despachos (según me cuentan los compañeros de profesión). Papeles, ficheros, móvil, una compleja aplicación de gestión clientes y si tienes un poco suerte secretaria eran las herramientas que disponía para el trabajo del día a día.

Un día ya cansado de estar a las órdenes de mi jefe, pensé que ya conocía el negocio, había ahorrado algo y tenía la suficiente experiencia para comenzar a caminar profesionalmente por mi mismo. Monté mi humildísimo despacho y comencé la durísima labor de conseguir clientes, para ello hice uso del recurso fácil, amigos, familia, y algún cliente agradecido de mi anterior despacho, fueron los primeros con los que comencé a arrancar mi negocio.

Poco a poco con esta clientela y el boca o boca de los mismos, conseguí disponer de una cartera de clientes que me permitía un sueldo "digno" pero que no era como para tener grandes alegrías. Todo esto estaba bien, pero pensaba que tenía buscar una manera para poder aumentar mis ingresos dentro de este negocio, la conclusión era fácil, era necesario captar mas clientes, pero, ¿como conseguir esto?, mi despacho no se diferenciaba en gran manera de otros, trabajaba seriamente y resolvía los casos con la mayor profesionalidad posible, pero esto también lo hacen otros, y además tampoco disponía del dinero suficiente para gastar en algún tipo de publicidad.

Necesitaba buscar algo y es entonces cuando pensé que Internet era la clave. Por ese momento comenzaban a despuntar las redes sociales y veía que era un campo de cultivo estupendo para poder conseguir mis objetivos.

Mis primeras acciones consistieron en registrarme en todos los foros de asesoramiento legal y en todas aquellas webs donde los usuarios realizaban consultas de carácter legal. A medida que empecé a responder consultas de usuarios que tenían problemas, me surgían oportunidades de negocio. De esta forma conseguí que a mi facturación del despacho se le añadiera un 20% más de clientes que provenían de Internet.

Con los años he sido más exigente con los lugares donde aporto mi asesoramiento y busco redes sociales de tipo más profesional del estilo de www.xing.com o www.abogae.com así como otras redes para una mayor captación de usuarios como facebook, y twitter.

Mi trabajo en un día normal consiste en revisar mi agenda del día, para lo cual me conecto al Google calendar, (en caso de olvidarme algo me avisará por sms, Google calendar lo permite), posteriormente leo el correo electrónico. Una vez acabado esto, reviso los comentarios realizados en twitter y publico mis comentarios que son resúmenes de asesoramiento que sirven para atraer la atención de clientes, y a continuación leo alguno de mis blogs favoritos. Después de esto, empiezo con el trabajo real, me conecto a las diferentes redes sociales para responder a las preguntas realizadas por usuarios que me han sido notificadas por correo. De esta operativa siempre me surge la captación de algún cliente que en muchos casos gestiono todo su caso por Internet. Después de un par de horas de trabajo en la red empiezo a recibir a los clientes del despacho físico, su gestión también la realizo en la "nube", una de estas redes sociales me permite llevar la gestión de clientes totalmente en la red, de forma que aunque no me encuentre en el despacho siempre tengo la información del cliente, cosa que me resulta bastante útil los días que tengo acudir al juzgado.

Entre cita y cita intento revisar mi correo, leer twitter, contestar alguna pregunta mas en las redes sociales, y leo los faxes que me llegan directamente a mi pc como imagen (se acabó comprar papel).

Analizando el trabajo realizado al final del día me doy cuenta que no solo he realizado el trabajo que mis clientes me piden, sino que he abonado el camino para poder conseguir otros que me permitan ampliar mi cartera.

El futuro de como los abogados deben relacionarse con los clientes está cambiando, cada vez estos son más exigentes y tienen herramientas para elegir al mejor profesional que pueda llevar su caso y al menor coste posible. La eliminación del papel es un hecho, los antiguos despachos se cambian por despachos virtuales, los archivadores enormes son sustituidos por directorios en la red, la gestión de secretarias y agendas son ahora realizadas por agendas electrónicas y tareas programadas que nos avisan en nuestros Iphone o en nuestras Black Berry...

Entiendo que para un sector con muchas reticencias a la tecnología, la iniciativa de convertirse en un abogado web 2.0 puede ser complejo, pero el desarrollo es inexorable y antes o después tendremos que adaptar nuestros despachos al mundo en el que vivimos, porque si no, quedaremos atrapados.