Cuando un Hijo Se Va

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Pocas veces estamos preparados para despedir a nuestros hijos aunque sabemos que es normal que levanten el vuelo.

Especialmente si son muy jóvenes y deciden irse a estudiar lejos de casa, nos cuesta ajustarnos a la idea de esa inesperada independencia. Para los padres, la preocupación es grande…para los hijos el ansia de libertad va acompañada de inseguridad, pero quiere romper cadenas, o por lo menos aflojarlas, y demostrarle al mundo que si pueden solos.

Si deciden irse lejos, ya siendo  mayores, siendo profesionales  el sentimiento de desprendimiento es menor, pero igual, entran otros factores en juego, pues nos preocupa que tan frecuentemente podremos  volvernos a ver, o al menos a hablar. Y peor si ya tienen  hijos:  ¿Como voy a mantener el contacto cercano y dulce que se merecen los abuelos y los nietos?  Yo quiero estar ahí para los momentos importantes, pero igualmente no quisiera perderme lo normal y cotidiano.

En cualquiera de los casos, la frecuencia de la comunicación juega un factor clave, ya que no siempre es posible desplazarse físicamente, por el tiempo y el costo que eso implica, pero también porque queremos darles  el espacio a los que se fueron para que desarrollen su propia vida, sin sentir que estamos controlando o desconfiando de sus capacidades para ajustarse a la nueva vida…simplemente queremos mantener el contacto fresco…que sepan que estamos ahí para las emergencias, pero también para las cosas cotidianas que quieran compartir con nosotros.

Por eso la comunicación hoy tiene el reto de cumplir con varios factores: tiene que ser ágil, móvil, costeable y de dos vías. Queremos que el hijo universitario sepa que nos tiene al alcance de su teléfono móvil, donde quiera que se encuentre, en caso de que nos necesite, pero con la certeza de que también lo podemos llamar, aunque no lo confiese públicamente.  Así mismo, queremos que los hijos mayores y nuestros nietos nos incluyan y nos tengan presentes, en todos los momentos.

Hoy afortunadamente hay opciones, como SKYPE, que permiten comunicarse casi con cualquier parte del mundo de forma muy económica, pero mejor aun la opción de EL TELEFONO ROJO, que incluso hoy ya está integrando su servicio con SKYPE, para que cualquier persona que se vaya a vivir fuera de su país, pueda llevarse una línea de Colombia o Venezuela, permitiéndole a los que nos quedamos, llamarlos a costo de llamada LOCAL, que timbra donde quiera que nuestro hijo se encuentre.

Con más de 7 años en el mercado, El Teléfono Rojo se ha convertido en una opción confiable, que además genera  opciones modernas, pero sencillas, permitiendo reducir esa  distancia y  frustración que se presenta cuando un hijo se va….al menos tenemos la sensación de cercanía, aunque nos separe un océano. Ya quisieran mis padres haber tenido esto, cuando fui yo el que se fue hace tantos años.