Misionologia 48

Continuación de las grabaciones magnetofónicas de las clases de Misionología

María y la misión de la Iglesia:

Al ver toda esa enorme maquinaria que hemos armado en XX siglos, uno sueña con una Iglesia al estilo de María. O una Iglesia mariana, con una Iglesia de perfil mariano. Como lo decía Juan Pablo II.

Vamos a empezar por una vivencia del año pasado. En el mes de Mayo, a finales, hubo un Congreso de Mariólogos y Misionologos en Cochabamba Bolivia. Y allí había cada día un ponencia, y luego unos comentarios de las ponencias. Entonces una de la ponencias se titulaba “Los modelos de la Iglesia misionera”  y la daba Monseñor Augusto Castro, un gran misionologo, y muy conocido también acá en el Perú. Obispo colombiano. Este hombre que ha publicado un montón de libros, y tiene también un libro de teología de la misión, bastante grande, nos dio una inmensa cantidad de modelos de la Iglesia misionera, y de la Iglesia en general. Modelos de Iglesia. Cuando el terminó la conferencia, me tocó a mí hacer el tema – María, modelo de la Iglesia – comentando la conferencia que había escuchado, y entonces le dije de estas palabras.

“En esta conferencia usted Monseñor Castro, nos ha presentado muchísimos modelos de la Iglesia. Pero no ha hablado nunca de María. Y Ud. Es miembro de la Congregación de la Consolata. Monseñor pertenece Ud. A los misioneros de la Consolata. La Virgen de la Consolata le va a reprochar no haber mencionado su figura como modelo de la Iglesia misionera. Y como Ud. No lo ha hecho, lo voy a hacer yo. Presentando a María como modelo eclesial, destacando el perfil mariano de la Iglesia, y dejando de lado muchos de los modelos que Ud. ha explicado”. Y entonces empezamos hablar allí de María modelo de la iglesia.

Porque resulta que pasa hoy lo que decía un gran teólogo – este si hay que ponerse de rodillas ante el – pero no para adorarle, sino para hacerle cosquillas, para que sonría un poco, porque es un gran teólogo, pero es un teólogo serio, el hombre de la estética y de la belleza. Toda su teología está dando vueltas en torno a la estética. Y este teólogo es un inspirador de Juan Pablo II. También Pablo VI, lo leía con mucho gusto. Pero Juan Pablo II, lo cita con frecuencia, y se llama: Hansbun Baltazar, y este teólogo escribió lo siguiente:

“¿No hemos perdido de vista el único modelos per feto, precisamente el primero? Deberíamos tener puesta constantemente nuestra mirada en María, no para multiplicar las fiestas marianas, ni las devociones, ni las definiciones. Sino para saber que son en realidad estos conceptos – Iglesia, Espíritu eclesial, comportamiento eclesial, vida eclesial – pues se da una correspondencia estrecha entre la imagen que se tiene de María, y la que se tiene de la Iglesia”

Por eso no en vano la Iglesia llama a María – Madre tipo y modelo – Estas cosas las afirma en documentos solemnes, por ejemplo la – Lumen Gentium – Capítulo VIII, vienen estas expresiones, María, Madre, tipo y modelo de la iglesia –

Pero después en la práctica. Estas expresiones se dejan otra vez bailando en el aire, porque no toman carne. Debe quedar bien claro, de que cuando hablamos de modelo de Iglesia, poniendo a María, no significa, la manera devocional de relacionarse con María, si no, la manera de relacionarse, María con Cristo.

Ella nunca fue pantalla a la palabra, ella nunca acaparó la atención sobre sí misma. Ella fue una pura referencia al Hijo encarnado. A quien recibe y presenta como salvador. María no es un mensaje, ni es una palabra, ni es una mediadora en el sentido salvífico, que corresponde a Jesucristo. Ella no es el mensaje, ella no es la palabra, ella no es la salvación.