Relojes de Pulsera Jaeger LeCoultre
De los muchos relojes producidos por Jaeger-LeCoultre o JLC como se le conoce algunas veces, el modelo Reverso es su marca registrada y el modelo que las personas más a menudo asocian con la marca. Cualquier aficionado a los relojes le dirá que el largo historial de Jaeger-LeCoultre en la fabricación de excelentes relojes se puede comprar con el de muy pocas compañías en el mundo. La compañía no solo ha fabricado exquisitos relojes durante los últimos 175 años, también es responsable de crear una cantidad de mecanismos que se encuentran en relojes de marcas reconocidas como Audemars Piguet, Vacheron Constantin, Breguet, IWC y Patek Philippe.
El LeCoultre en el nombre de Jaeger-LeCoultre apareció en 1833, con la apertura por parte de Antoine LeCoultre de una fábrica de relojes en Suiza cerca de donde opera la actual fábrica. LeCoultre era talentoso en el arte de la relojería y en 1847 creó un mecanismo de cuerda de corona que podía poner la hora en un reloj. Más que eso, Le Coultre era talentoso también en otras áreas, en 1844 inventó el milionómetro, que fue el primer instrumento capaz de medir algo aproximado a una millonésima de un metro.
Con el paso del tiempo, LeCoultre se volvió reconocido por su innovación y la calidad de sus productos y la compañía prosperó, convirtiéndose en líder de la industria de provisión de mecanismos de relojes, herramientas y partes de reloj fabricados en Suiza. LeCoultre también se estableció como proveedor líder de repetidores, mecanismos complicados, calendarios, cronógrafos y varios otros esfuerzos pioneros tales como el mecanismo de 1.38 milímetros de alto, que en ese momento y a nivel mundial, era el calibre más plano para relojes de bolsillo.
Fue en 1925 que las compañías manejadas por David LeCoultre y Edmond Jaeger se fusionaron y Jaeger LeCoultre surgió como la nueva compañía nacida de esa unión de compañías.
La fusión no sofocó el espíritu pionero en lo más mínimo y en 1928 Jaeger LeCoultre introdujo el reloj Atmos. El reloj Atmos fue único, a diferencia de los relojes regulares, nunca necesitaba que se le diera cuerda, derivaba su energía de los cambios en la temperatura del aire a su alrededor. Al siguiente año, Jaeger LeCoultre desarrolló el Calibre 101, que tenía la distinción de ser el mecanismo de reloj más pequeño del mundo –y probablemente también estaría entre los más livianos – pesando menos de un gramo. El Reverso fue revelado en 1931 y si se debe creer en los rumores y habladurías, fue específicamente diseñado para oficiales Británicos destacados en la India, que jugaban polo y querían una forma de proteger sus relojes mientras jugaban.
Después de gozar de un período de popularidad, el Reverso perdió el favor del público, hasta la década de 1960, cuando un distribuidor Italiano que visitaba la fábrica de Jaeger LeCoultre, descubrió varias cajas de reloj nuevas que habían sido olvidadas en una gaveta. Compró las cajas, puso mecanismos en ellas e inmediatamente encontró compradores para todas ellas. En la actualidad, las ventas del Reverso representan una gran parte del volumen total de ventas de la compañía.
Desde la época de su fundación hasta los tiempos modernos, Jaeger LeCoultre nunca ha fallado en producir relojes excelentemente fabricados, pero con precios razonables, tales como el Memovox y el Futurematic, presentando adiciones innovadoras. Sin embargo, en 1970, como muchas otras relojerías, Jaeger LeCooultre se encontró necesitando ayuda financiera desesperadamente y al igual que la IWC, en la actualidad Jaeger LeCoultre pertenece al Grupo Richemont.
De las muchas compañías relojeras que continúan fabricando relojes en Suiza, Jaeger LeCoultre está entre las pocas que todavía produce sus propias partes como diales, cajas, mecanismos, brazaletes y manecillas. Definitivamente ha ganado la reputación por ser el relojero de los relojeros.
En un movimiento que seguramente encantó a los aficionados a los relojes, Jaeger LeCoultre celebró su 175o aniversario empacando su tourbillon esférico doble-eje en el Reverso doble-cara. Ahora, esta particular maravilla de la relojería se puede admirar no solo desde arriba, sino también desde atrás. La vista del balance que se mueve continuamente es simplemente cautivante y difícil de escaparse de ella. Esta última iteración de la línea Reverso también elimina características adicionales e innecesarias, para no restarle mérito a la armonía única creada entre la inusual caja y el tecnológicamente fascinante tourbillon esférico doble-eje contenido dentro de ella.
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