Relojes de Pulsera Jaquet Drop
Como muchas otras, esta pequeña compañía relojera toma su nombre del famoso relojero Suizo que la fundó. Jaquet Droz era un fabricante de autómatas muy conocido, estos en su mayoría eran juguetes de cuerda que parecían robots que realizaban funciones típicamente humanas como servir una taza de té o firmar un nombre. El también hizo autómatas que parecían tales como pájaros que cantaban o perros que ladraban.
Debido a sus asombrosas máquinas y a la incapacidad de la gente para comprender cómo trabajaban, al final acusaron a Droz de practicar brujería, aunque para entonces sus juguetes se habían hecho tan populares y estaban tan generalizados que él nunca tuvo ningún problema serio. Droz incluso fue invitado para atender con sus juguetes al Rey Fernando VI, Rey de España, a quien le gustaron tanto los autómatas de Droz que le compró todas las piezas que Dorz había traído para su presentación.
Aunque Jaquet Droz dejó de existir como compañía hace mucho tiempo, la marca fue reactivada en 1995 por dos antiguos empleados de Breguet. Los dos empresarios compraron los derechos del nombre Jaquet Droz y empezaron a fabricar réplicas de alta calidad de los autómatas originales de Jaquet Droz. Junto con estos autómatas, la nueva compañía Jaquet Droz también se inició en el negocio de fabricación de relojes de calidad media.
En 2003, la reactivada Jaquet Droz fue comprada por el Grupo Swatch y la compañía fue transformada en una fábrica de relojes de alta calidad producidos en bajos volúmenes, especializándose en líneas de relojes de ediciones limitadas. Muchos de sus diseños están inspirados por modelos históricamente famosos y también presentan diales exquisitamente fabricados hechos con piedras exóticas, metales preciosos y esmalte. Los mecanismos utilizados en los relojes son versiones modificadas de mecanismos Frederic Piguet, los cuales han sido ligeramente modificados para cumplir con las necesidades de cada diseño en particular.
Como muchos aficionados a los relojes dirían, el carácter de un reloj es definido por su dial. Muchos conocedores de relojes deciden si compran o no un determinado reloj basados en el tipo de emociones que el dial del reloj evoca en ellos. En Jaquet Droz, los diseñadores trabajan bajo el principio que el concepto de lujo siempre debe ser aplicado al dial del reloj y no solo a los materiales utilizados en el resto del reloj o las joyas incrustadas en la caja del mismo.
Ubicada en La Chaux-de-Fonds, la compañía asegura que lo que vende es de lujo. La pregunta, sin embargo es, ¿qué es lo que tienen sus productos que los hace tan lujosos? La respuesta radica en su rareza. Los relojes de Jaquet Droz son raros en sí mismos debido a que son producidos en bajos volúmenes, pero también son raros en el sentido en que los materiales que se utilizan para su fabricación son raros de por sí incluso en su naturaleza.
Algunas de las series de relojes de Jaquet Droz, conocidas como “Numerus Clausus”, tienen un volumen de producción de solo 8 u 88 piezas individuales. En una serie donde solo se producen 8 relojes, éstos se hacen aún más lujosos por tener diales hechos de raros metales preciosos. En algunos casos, los clientes incluso pueden elegir el tener su dial hecho a su gusto, con una selección de materiales tales como espectrolita, meteorita y nuumita – siendo todos extremadamente raros y costosos. Además del lujo, el diseño y materiales que se utilizan en los diales de los relojes también se supone que deben tener el efecto de hacer los diales más legibles.
El modelo de firma de Jaquet Droz, el Grande Seconde, fue creado en 1785. Tiene un subdial que cubre toda la mitad inferior del dial principal, en la cual se mueve la segundera. Esto se supone que le debe proporcionar a quien lo usa la mejor impresión del paso del tiempo y también debe desafiar los métodos tradicionales de percepción del espacio y el uso de tal espacio en los relojes. El diseño del dial del Grande Seconde fue inspirado por el número ocho y ha tenido un impacto largamente duradero en todos los relojes producidos posteriormente por la compañía Jaquet Droz.
Es verdad que la compañía pone gran énfasis en la apariencia de sus diales, pero ésto no implica que Jaquet Droz no lance relojes que incorporan mecanismos exigentes o múltiples complicaciones tales como un tourbillion repetidor de minuto.
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