Reparar la pantalla del iPhone
Uno de los fallos más comunes que puede sufrir un iPhone es la rotura de una de sus pantallas. Nadie duda que la tecnología en pantallas ha evolucionado muchísimo durante los últimos diez años, ganando en nitidez gráfica, consumo de energía y portabilidad. Sin embargo, las tecnologías táctil y LCD aún presentan una gran desventaja con respecto a sus predecesoras: poca resistencia a los golpes y caídas. El iPhone parece ser especialmente vulnerable a este tipo de accidentes, porque con frecuencia es utilizado en situaciones de mucho movimiento o bien se lo lleva en bolsos donde pueda haber objetos que generen impacto o presión sobre la pantalla.
Antes de continuar, es necesario destacar que el iPhone no posee una sino dos pantallas. El panel frontal es táctil y sirve como interfaz entre el usuario y el dispositivo. Por debajo del panel táctil se encuentra el display o pantalla LCD, que no es otra cosa que el panel de visualización. En las primeras versiones de iPhone, ambas pantallas estaban unidas entre sí, pero a partir de la versión 3G están separadas. Esto conduce a que su reparación, en caso de rotura, acumulación de suciedad o rajadura, sea distinta en cada caso.
En el caso de las pantallas táctiles, el problema más frecuente suele ser “estético”: muchas rayaduras o marcas táctiles por el uso frecuente. También es posible que algunas zonas de la pantalla hayan dejado de responder o perdido parte de la sensibilidad (algo que lleva a muchos a ejercer una presión cada vez mayor sobre la misma, pudiendo incluso empeorar las cosas). En esos casos, la reparación suele consistir en el reemplazo total del panel.
Los problemas de las pantallas LCD suelen ser un poco más críticos. Entre los más comunes se puede mencionar la presencia de los famosos “píxeles quemados”: puntos rojos, brillantes y sumamente molestos. En muchos casos es posible eliminarlos con aplicaciones específicas que estimulen las zonas problemáticas con sucesiones de colores brillantes (o bien, con videojuegos capaces de generar el mismo efecto). En otras ocasiones, la solución consiste en frotar el píxel quemado para darle calor y así provocar su reacción; o bien (si no es posible eliminarlo) usar esa técnica para desplazarlo a una parte de la pantalla donde moleste menos. Cuando el problema no tiene solución, la única opción posible es reemplazar la pantalla. Otro problema que puede llevar a su reemplazo es la presencia de zonas amarillas en las esquinas del display. En otros casos, sólo es necesaria una reparación de los circuitos defectuosos.
Cuando el arreglo precisa abrir el dispositivo y desmontar alguna de sus partes, es indispensable que sea llevado a cabo por manos expertas y profesionales. Como las que componen el equipo de Reparalo, el servicio técnico iPhone con los mejores precios y la mayor eficiencia del mercado. Evite los riesgos de reparar la pantalla por su propia cuenta y deje a nuestros técnicos reparar tu iphone.
Raúl es Webmaster de Reparalo.com una web especializada en la reparación de dispositivos iPhone.
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