Transformación a corazón abierto
¿Porqué una organización debe transformarse?, la respuesta en general la relacionamos con el entorno hipercambiante y la voracidad de la competencia global. Las mejoras y cambios a los esquemas actuales no son suficientes para enfrentarse a una realidad empresarial mucho más compleja. Ahora las empresas con más crecimiento y con mayores utilidades lo han logrado en base al talento, conocimiento, innovación y una disrupción de la manera de hacer negocios, en crear nuevas necesidades o nuevas formas de satisfacer las necesidades. La transformación organizacional, tiene que ver con un cambio completo donde una cosa se convierte en otra. Esta definición es muy profunda y comprometedora, ya que no sólo ocupamos una herramienta administrativa, o un método, o inclusive un modelo, sino todo un nuevo sistema de organización. El único sistema organizacional actual que se tiene es el piramidal o funcional, creado en la era industrial para organizar la nueva forma de generar riqueza y hacer empresa en aquella época. Actualmente hablamos de la era del conocimiento, donde las raíces del valor están en las personas, en lo intangible; más allá de los clásicos tierra, trabajo y capital, ahora la riqueza se genera en base al capital intelectual de la organización. Para ello, el Sistema Empresa Inteligente ofrece una propuesta de “sistema” para el mundo de las organizaciones donde la dinámica central se vuelca hacia al cliente, en lugar de la autoridad; se centra en la persona, en lugar de los “fierros”, entre otras aportaciones y premisas de dicho sistema. El sentido de urgencia para adoptar este sistema está detonado por la búsqueda de la competitividad, la cual se logra sólo con el concurso y “visto bueno” del cliente. Sin él, podremos ser productivos, eficientes, de calidad, más no competitivos. Por lo que la estructura organizacional debe orientarse al cliente, buscando siempre y de forma natural la satisfacción de sus necesidades (Misión de la empresa). Claro está, que la estructura está compuesta por personas, las cuales ejecutan actividades que forman parte de los procesos que se materializan como productos o servicios, por lo que si mejoramos a las personas, mejoraremos los procesos y por consecuencia los bienes tangibilizados por los que pagan dichos clientes. Según una fuente especializada en el tema (1) , la transformación organizacional es como una operación a corazón abierto, donde se tiene un doble reto: mantener al paciente vivo y corregir el problema mismo. En las organizaciones se debe “sacar” el negocio como de costumbre, mientras al mismo tiempo se realiza el cambio a “corazón abierto”. Para esta situación es importante mantener un sistema que te ayude a trabajar en ambas dimensiones, por lo que en el SEI se contempla la coexistencia bidimensional entre la estructura piramidal (enfocada a la autoridad) y la estructura operativa (enfocada al cliente) para poder sobrellevar el trasiego hacia una empresa del conocimiento sin que el “paciente” sucumba en el proceso. El anclar el futuro éxito y la necesidad misma de transformarse en el cliente y el equipo humano, son las fórmulas en las que se sustenta el Sistema Empresa Inteligente. “Tocar” a la gente en esta metamorfosis es lo debido, si queremos que sea de verdad y finalmente útil para lograr la competitividad de la organización. (1) “Transformación organizacional: nuevo desafío del crecimiento de DO” / Irwin Rubin y David Nicoll
Gerardo Esquer Galaviz Consultor Interno-Seguidor de la Misión Grupo Rancho el 17
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