Al que no quiere caldo, la ley de la atracción le sirve dos tazas.
Seguramente ésta sería la versión moderna de ese dicho sabio que nunca entendí antes jajajaja :-)
Pero, ahora que ya estoy crecididta, que conozco mucho más de cómo funciona este Universo y que he confirmado lo planteado en él tantas veces, me siento mejor que nunca y se lo recuerdo a mi hijo, ¡claro!
Mi hijo es todavía los suficientemente sabio como para escuchar al Dios que Es. Sin embargo, su sabiduría está acompañada de los contrastes que ha decidido vivir y todavía duda de que al que no quiere caldo, la ley de la atracción le sirve dos tazas.
Hoy quise comer en el Olive Garden que está aquí cerquita de nuestra casa. Me gusta mucho visitar este Olive Garden porque está construido de forma tal que recibe luz del sol a la vuelta redonda del mismo, a través de ventanales que realmente me hacen sentir parte de cualquier paisaje de la región toscana, ¡qué divino!
Mientras comíamos el pan y la ensalada que te sirven de primer plato, pasó un padre con su hijo en medio de una garatita (llanto). Yo ya sabía lo que mi hijo iba a decir porque por años tiene la misma reacción. Y así fue. Jorge dijo: “Ves, por eso mismo no quiero tener hijos.” A lo que yo contesté: “Pues, confía en que vendrán, y tal vez todavía más garateros que ése.”
Automáticamente, supe que debía escribir acerca del curioso episodio porque, una vez más, tomé la oportunidad de recordarle a mi hijo que atraes todo en tu vida, lo deseado y lo indeseado. Él ha estado por tanto tiempo fijado en que eso es lo que NO quiere que así lo manifestará de la mano de la ley de la atracción, quien siempre está a tu servicio y te sirve lo que ordenas, aunque luego cuando lo tienes enfrente tuyo te parezca que lo tirarías a la basura, ¡qué creen!
Jorge, sólo tiene 15 años, es hijo único, NUNCA ha sido un niño garatero; ¡qué bendición!, ¿no? Cuando juega todavía con niños mucho menores que él, todavía corre, se emociona y actúa como uno de ellos. Probablemente, me ha oído por años juzgar a los padres con niños que les montan el espectáculo en todas partes, pero lo único que espero es que me esté viendo y oyendo lo suficiente ahora, cada vez que confirmo y celebro que esta nueva ecuación es la más liberadora y certera que haya puesto en práctica. Esta nueva ecuación de saber que las leyes del Universo han estado y están siempre a mi servicio me permite elegir lo que quiero manifestar, sólo tengo que observar aquello que vibra como mi deseo hasta que vibro como él y termina sirviéndoseme en la vajilla china que elija igual jajajajaja, ¡qué rico!
Amor!
Virmared Santiago
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