Cómo jugar al poker sin violar ninguna ley

En la actualidad, el renovado interés por el juego de poker desatado por los casinos online le ha impreso a este juego un carácter internacional. Entusiastas de todos los rincones del planeta se vuelcan a la práctica de esta fascinante actividad atraídos por la adrenalina, la emoción, la diversión… y el mucho dinero que rueda en as mesas de apuestas.

Sin embargo, aunque no fue estrictamente su cuna, el poker se asoció naturalmente durante largo tiempo con los Estados Unidos. Las películas de Hollywood grabaron a fuego en el imaginario colectivo las peleas de Saloon en el lejano oeste originadas por trampas en una partida, así como también la imagen del jugador profesional no especialmente honesto de los vapores del río Mississippi. Tal vez por la permanente amenaza de juego sucio, los norteamericanos procuran siempre legislar en forma estricta sobre el poker, en un intento por limitar las posibilidades de estafa en las mesas de juego. Aunque esta meritoria intención haya dado origen a algunas leyes y ordenanzas tan divertidas como inexplicables.

Los estados de New Hampshire y Massachussets promulgaron en su época una legislación que castigaba no la práctica del poker, sino a quienes perdían una partida. El jugador que había apostado sin suerte sufría así el nuevo desconsuelo de una importante multa, suponemos que con el objeto de desalentar la práctica del poker sin prohibirlo expresamente. Afortunadamente, esta ley “sobre llovido mojado” ya ha sido derogada.

Un objetivo similar parece haber perseguido una extraña ley vigente en San Francisco durante largos años, que prohibía jugar al poker a puertas cerradas y en cualquier sitio público. La única alternativa posible era jugar en una casa particular… con todas las puertas abiertas.

Mayor sentido tiene una ley vigente en New Hampshire que prohíbe a los jugadores pagar las deudas de poker con la ropa que llevan puesta. ¿Su origen? Las quejas de los vecinos de un señor con mucha mala suerte que solía regresar a casa desnudo de sus partidas de poker.

Por último, la pintoresca legislación sobre poker de dicho estado incluye la prohibición para las mujeres de jugar poker desnudas o en ropa interior. Una ordenanza celebrada, créase o no, por los amantes varones del juego. Una mano de poker debe ser la única situación del mundo en la que los hombres no desean ver una mujer desnuda: afecta la concentración.

Asegúrese de saber cómo jugar al poker allí donde vive: no vaya a ser que termine tras las rejas…