Cómo usar la cama de oficina

Actualmente, y gracias a las constantes innovaciones tecnológicas, trabajar desde casa es una realidad para muchas personas. Lo que evidentemente constituye una gran comodidad y una aparente ventaja, a menudo puede volverse una trampa.

¿Se puede trabajar sin salir de la cama? Si eres de las personas que toman el desayuno y leen las noticias en la cama, probablemente tu respuesta será: ¿Y por qué no? Si todo lo que necesitas para trabajar es una laptop, un teléfono móvil y una conexión a internet estás en condiciones de convertir tu cama en una oficina. Pero hay una etiqueta, por así llamarla, para trabajar en la cama.

Antes que nada, debes estar seguro de que no perjudicas a nadie. Si compartes la cama querrás asegurarte de no invadir espacios y momentos de tu compañero/a. Si vas a trabajar desde la cama, coordina horarios con tu pareja para no interrumpir ni estorbar su sueño. Tu pareja necesita descansar y tú necesitas cierta privacidad para concentrarte. Otro factor que debes tener en cuenta es la postura corporal. Conviene que trabajes sentado cada vez que necesites escribir; si deseas recostarte procura no hacerlo mientras escribes ya que es muy fácil que acabes con dolores por una mala postura o incluso con calambres.

Es recomendable que instales un buen cabecero de cama, de preferencia cabeceros de cama macizos y de líneas rectas, y que te habitúes a recostarte sobre un almohadón duro tapizado en tejidos de textura plana. Además, para trabajar en la cama y no perder energía deberías implementar una rutina de ejercicios físicos y alimentación liviana para mantenerte en forma. Si llevas una vida demasiado sedentaria, trabajar en la cama te perjudicará a mediano plazo.

También puedes aplicar técnicas del Feng Shui para mantener la energía del dormitorio en circulación. Esto ayudará a que tu creatividad no se estanque y le dará mayor impulso a tu nivel de productividad.  En este directorio encontrarás decenas de artículos que te ayudarán a aplicar fácilmente los principios de este arte milenario.

Ya ves que usar la cama de oficina tiene sus bemoles. Aunque si logras adaptarte a este estilo de trabajo, habrás cumplido la fantasía de miles y miles de trabajadores: poder quedarse en la cama cada mañana.