De compras con Elvira
Estaba paseando con mi sobrina Elvira por el Eixample de Girona; Elvira parecía conocer mejor que yo la calle por la que andábamos. De un tirón y al grito de ¡¡ Tito ven , Tito ven !!, me vi casi corriendo detrás de Elvira.
Dando saltitos se paró unos metros más adelante frente a un escaparate, se giró esperando que yo llegara a su altura, elevó el brazo a la altura de su hombro, estiró el índice y esperando que yo siguiera con la vista lo que me indicaba.
- Tito en esta tienda, la mama le compró el moisés a Román, me dijo riendo.
Román es mi otro sobrino, hermano de Elvira, nació hace 20 día... ¿y qué es un moisés?
Me coloqué frente al escaparate, era una tienda de cosas de bebé, en el escaparate había de todo, biberones, cochecitos, cunas…
- Tito, le podemos comprar un regalo a Román, porfa.
Era la palabra secreta de Elvira, porfa, cuando la pronunciaba, ella esperaba que todos sus deseos se cumplieran y generalmente acertaba.
La miré y me devolvió la mirada, su mirada no mentía, era de súplica, de esperanza, de ilusión.
Al entrar en la tienda la dejé ir por delante, parecía que sabía más que yo del asunto.
Se dirigió resuelta hacia la dependienta y le dijo
– Hola Rosa
- Hola Elvira, ¿qué tal?, ¿cómo está Román?
- Bien, es muy divertido, aunque ayer le dolía la tripa.
- Bueno, a veces pasa, como son tan pequeñitos…
La dependienta deslizó su mirada hacia mí, como esperando alguna indicación.
- Queremos comprarle un regalo a Román, dijo Elvira.
- ¿Ah sí?, la dependienta seguía mirándome esperando algún signo que confirmara lo que le decía Elvira.
- Sí, tercié, vamos a comprarle un regalo a Román.
- ¿Y en qué habías pensado Elvira?
Un móvil para su cuna.
Ah, un móvil, perfecto, tenemos móviles de animales, de astros, de peces…
- De peces, de peces, respondió Elvira.
Mientras ellas se alejaban hacia los móviles, me entretuve mirando todos los objetos que había en la tienda, desde colonia para bebés hasta sillas para todas las situaciones, para el coche, para paseo, para ir de camping, tronas…
Había toda una pared repleta de sillas para el coche perfectamente clasificadas, por edades, colores, marcas…, justo enfrente había un muestrario de complementos para el baño, todo tipo de bañeras, con cambiadores, sin cambiadores, giratorias, con cajones, rígidas, flexibles , juguetes para el baño, toallas, albornoces, biberones, almohadas, termos, accesorios de viaje, canastillas, colchones, sábanas, bolsas maternales, baberos, mantas, arrullos, sacos de dormir, andadores, saltadores. Aquello era increíble, lo tenían todo.
Estaba todavía en mis cábalas, cuando Elvira se acercó.
– Tito, mira que móvil más bonito hemos encontrado, la dependienta me lo mostraba como si fuera un Dalí, miré a Elvira y vi que ella esperaba mi aprobación.
- Magnífico, muy buena elección Elvira.
Al llegar a su casa, Elvira entró al grito de, Mamá, mamá hemos ido al CUC y le hemos comprado un móvil a Román, mi hermana me miró y se abrazó a Elvira.
- Que bien, ahora Román está durmiendo, pero cuando despierte, iremos las dos a llevárselo, ¿te parece?- Vale.
Y se fue dando saltitos.
- ¿Cómo te has dejado convencer?
- Elvira es muy convincente.
- Bueno, yo te quería dar su dirección de correo porque he puesto la lista del bebé en su web, así que problema resuelto.
- No, dámela que he visto algo que me gustaría regalarte.
- Caramba, no te diré que no, apunta, www.elcuc.com, y también te doy el código para que puedas acceder a la lista desde tu casa.
Al marchar pensé que estaba muy bien la idea de la lista por internet, de hecho la mayoría de mis cosas las compraba así, podía tomarme el tiempo que quisiera en comprar y sobre todo en el horario que yo decidía.
Registro automático