¿Cuándo la empresa se plantea cambiar un ERP?

Cuando una empresa se plantea en serio la sustitución de su ERP se convierte en un asunto no trivial, por las consecuencias de sus decisiones y sobre todo por la necesidad de contar con toda la información relevante que permita asegurar que el cambio, sea para mejor.

En esta parte de la evaluación, se debe tener en cuenta que un programa  muy grande, muy costoso  y aparente muy robusto no garantiza en sí mismo el éxito. Existen muchos factores que llevan al éxito y eso no es precisamente el nivel de la inversión. En el mundo occidental creemos que si es gratis no sirve y por el contrario si es más caro, es mejor. Esta regla es un poco complicada de aplicar en los ERP en la medida que se incorporan los agentes involucrados empezando por la misma empresa solicitante y su visión de la solución.

Respecto a los enormes y costosos ERPs, cada vez están más descubiertos en sus debilidades que empiezan por, Pretender Resolver Todos los Problemas de Todas las Empresas, en función de sus experiencias acumuladas y que son recogidas en las distintas verticales. ¿Pero quién las recogió? ¿Me vale el caso adaptado de otros? ¿Debo pagar tanto dinero por un sistema que resuelve tantas cosas que mi empresa nunca usará? Es una robustez engañosa, cada empresa requiere solucionar una problemática y eso es lo que hay que buscar. Primero, saber que necesito y segundo buscar la solución específica a esta necesidad. Cuando se muestran las soluciones de ERP gigantes, los usuarios se sienten tan desbordados que están dispuestos a hacer cualquier sacrificio en costes por algo que creen que van a recibir, y claro, por eso están tantos tan decepcionados luego.

Defina su necesidad, decida que la Dirección lidere el cambio, busque la solución a los problemas, evite sorprenderse con  paseos por ERPs inescrutables y asegure quién muestra la imagen de una marca que sólo representa.