Los indicios que hacen imposible ocultar la timidez

Algunos tímidos intentan ocultar su timidez. Se esfuerzan bastante en disimular sus limitaciones sociales. Puede hasta que intenten aparentar atrevimiento y desenfado. Sin embargo, estas tentativas fracasan porque existen indicios que delatan claramente su timidez. Sin embargo, la persona tímida no es consciente de todos estos detalles que la ponen al descubierto. Revisemos unos cuantos a modo de ejemplo:

No aceptan cargos ni funciones sociales aunque sean ventajosas.Cuando realizan algunas actividades solos, lo hacen con precisión y éxito. Pero se ponen nerviosos cuando deben hacerlo en público.Si pueden, evitan el saludo y el encuentro con otras personas.Escogen realizar tareas que requieren interactuar con poca gente a costa de perder oportunidades.Sus amigos son bastante pocos o selectos y no contactan directamente con ellos a menudo.No participan mucho en reuniones sociales o fiestas por iniciativa propia y si finalmente tienen que hacerlo se les nota preocupados por la cantidad de asistentes.Pasan mucho tiempo solos aunque tengan otras opciones.Se les nota una tendencia a mantenerse al margen de la mayoría de las personas incluso de sus conocidos.No es muy habitual que inicien conversaciones con personas desconocidas o que tengan nuevas amistades.Al estar con grupos de personas se les ve incómodos como si se sintieran fuera de su ambiente.Al quedarse solos con algunas personas es como si se quedaran sin palabras.No es difícil darse cuenta que les asustan las pausas en la conversación.En ocasiones les dan mil vueltas a una idea o sentimiento antes de poder comunicarlo.Es muy infrecuente que traten de animar una fiesta o una reunión de amigos o incluso de familiares.No realizan chistes en público.Si tienen que pronunciar unas palabras a un auditorio se les ve evasivos y nerviosos.Cambian la velocidad cuando pasan caminando delante de personas que pueden observarlos.Dan la impresión de querer quedar bien con todo el mundo, difícilmente pueden negarse a algo que les pidan. Aparentan ser algo sumisos.Se les ve angustiarse ante el contacto visual con otras personas. En esos casos apartan o bajan la mirada inmediatamente.Llama la atención la postura rígida que toman al hablar por teléfono, el cómo les tiembla ligeramente la voz o les sudan las manos.En ocasiones cuando están conversando dicen varias veces que se marchan pero no atinan a hacerlo. Sufren cuando tienen que interactuar con personas del sexo opuesto. Pueden sonrojarse y comenzar a sudar adoptando comportamientos extraños. Lo mismo les pasa cuando tienen entrevistas de trabajo o son supervisados.Al relacionarse con la gente, escribir o comer delante de los demás se les nota cohibidos, rígidos como si algo les molestara.Hablan poco y comunican escasamente sus sentimientos. Aparentan ser notablemente reservados y serios o personas orgullosas y poco sociables.Tienen la apariencia de sufrir cuando se encuentran en situaciones sociales. Si tienen que hablar en público, sudan profusamente, padecen una molesta sequedad bucal que les impide pronunciar bien ciertas palabras, se sonrojan y les tiemblan las manos o la voz. Tienden a soportar sin irritación maltratos de otras personas, se les ve perezosos para exigir por sus derechos.Con frecuencia tienen las manos frías y húmedas.La forma de caminar también revela su timidez. Lo hacen con la espalda algo encorvada, los pasos cortos y lentos o al contrario; miran demasiado hacia el suelo y sus movimientos son algo rígidos. Pudiera ser que en un intento por aparentar autoconfianza muestren el pecho demasiado erguido. Apenas miran hacia los lados.A veces se puede notar en ellos, mientras hablan, una extraña falta de correspondencia entre lo que dicen con sus palabras y los gestos y expresiones con que las acompañan, si los hay. La manera en que se visten es otro detalle que les deja al descubierto. Tienen tendencia a usar ropa muy discreta y conservadora. Sus peinados son igualmente clásicos sin atreverse apenas a separarse de lo convencional. Usan poca indumentaria y poco maquillaje en el caso de ser mujeres. No son muy amantes de las modas.En ciertos momentos reaccionan como si no comprendieran bien las situaciones. Parecen desorientados. Llegan a mostrarse heridos por conductas irrelevantes de las otras personas.Si en algún momento aceptan llevar el control sobre algo, o dirigir alguna actividad; se muestran demasiado exigentes y autoritarios. Pero eso no es más que un intento por desviar la atención de su falta de seguridad.

Es fácil ver que todas estas dificultades son imposibles de ocultar por mucho tiempo. Desafortunadamente, es difícil convencer a algunas personas tímidas de que desistan de tal empeño. No se dan cuenta de que esa tentativa es parte de su timidez. Como un círculo vicioso, mientras más trabajan por aparentar lo que no son, más se profundiza su inseguridad.

El primer paso para verdaderamente superar la timidez es pues, reconocerla. Basta ya de avergonzarse de ella. Es sorprendente la mejoría que experimentan las personas introvertidas al seguir este simple consejo. Al quitarse la carga de tener que simular ser otros, se sienten muy aliviadas. Con eso ganan mucha seguridad en sí mismas y terminan, más temprano que tarde, dejando atrás sus limitaciones personales.

Si sufres de timidez descarga ahora el siguiente libro:

Las Verdaderas Causas de tu Timidez