Líder Mexicano
Cada país tiene su historia, sus antecedentes y sus tradiciones políticas, las cuales impactan en los líderes del presente y en los del futuro. Si bien la población mexicana tiene ahora mayor acceso a la información, gozamos de la democracia y de un mayor índice de escolaridad, aun tenemos un cierto tipo de líderes con algunas características peculiares que se describen a continuación.
El autoritarismo; el grupo siempre espera que su líder dicte las órdenes, mantenga el plan de trabajo y sea básicamente la figura alrededor de la cual gira todo el grupo, siempre y cuando el círculo social continúe hacia la meta planteada, pudiendo llegar al extremo donde éste atente contra algún miembro de su grupo a razón del bienestar de la grupo y el propósito final.
Todo lo que envuelve al líder mexicano tiene rasgos culturales que llevan el matiz de su idiosincrasia. Una cultura rica en tradiciones, y es precisamente esta tradición lo que hace tan difícil ser un líder, debido a que todos los rasgos que a lo largo del tiempo se han acumulado.
El estatus del líder en la cultura mexicana tiende a ser posicionado mas allá de todos en el grupo, en México el líder se convierte en una figura icónica imposible de alcanzar.
Asimismo, los privilegios de los cuales goza son derivados del liderazgo que este ejerce, además que son aceptados culturalmente por la población, siendo estos muchas veces excesivos o moralmente inaceptables. El líder en México goza de poder y lo utiliza para servirse de él. Además, debido al respeto que se le tiene, inevitablemente se le da un poder que muchas veces le hacer al líder perder la cabeza y el rumbo que debe de ejercer en su liderazgo. Esta característica se remonta de nuestra cultura prehispánica donde los líderes se les consideraban Dioses, venerando su imagen y alabándolo. Actualmente a los líderes mexicanos gozan de muchas preferencias, haciéndole permisible hasta lo incorrecto, incluso mostrando cierta simpatía por su persona. Algunos llaman este término “barbería”, alardear al líder, demostrar abiertamente nuestro interés y empatía por la única y sencilla razón de ser nuestro dirigente.
Esta misma razón que lo hace líder y que provoca las actitudes de consideración hacia este personaje, le permite y hace sentir superioridad por encima de su “clan”; es líder, es el mejor.
Los matices que menciono sólo son algunos de los muchos que tienen nuestros líderes, no importa si son del siglo pasado o de éste, la sociedad en general hace que el líder conserve estos rasgos tan propios de los mexicanos.
Estudiante de la Maestría en Liderazgo Desarollador ICES Zona de Transmisión Guerrero Materia: Liderazgo como Potencia y Liderazgo como Acción Maestro: Luis Francisco Martínez Ruiz
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