¿De dónde salen los Héroes?
Muy conocidas son las cualidades morales excepcionales de los héroes. Son individuos que se destacan por sus actitudes arriesgadas a favor de los otros. Son capaces de exponerse a situaciones complicadas y con frecuencia peligrosas. Y lo hacen persiguiendo un bien común, una causa loable. Ellos, sin que nadie pueda evitarlo, suscitan en la mayoría de los mortales gran interés.
Todos hemos visto héroes a lo largo de nuestras vidas. El cine y las historietas están llenos de ellos. Sin embargo, tal vez debería aclarar que la vida real tiene muchos más. Pero es innegable que los héroes de ficción son mucho más conocidos. Y es que casi todas las personas excepcionales han actuado desde el anonimato. Solo una ínfima parte de los héroes llegan a ser conocidos.
No todas las personas son capaces de acciones épicas. Pero asombraría saber cuántos lo serían en un momento dado. Los héroes no son personas muy distintas de cualquiera. Son posiblemente igual que tú en la mayoría de los aspectos. Y solo necesitan, quizás como tú, una situación extrema para desplegar el heroísmo latente que llevan dentro.
Cada año nacen en el mundo cientos de miles de héroes potenciales. Solo que la mayoría de ellos no necesitará de su heroísmo. Y otros perderán sus potencialidades debido a la asimilación de ideas "poco heroicas". Para finalmente terminar con vidas totalmente normales como los demás.
Habíamos dicho que para el surgimiento de un héroe eran necesarias condiciones extremas. Se necesitan circunstancias donde se exijan acciones arriesgadas, acciones desinteresadas, acciones firmes, acciones heroicas. Muchas veces esas coyunturas son lamentablemente las guerras, los accidentes y las catástrofes naturales. Sin esas condiciones los héroes potenciales que existen jamás llegan a ser héroes patentes.
Pero todos sabemos que tales situaciones no bastan para hacer a un héroe. Porque no todas las personas que tienen que vivirlas se transforman en tales. Se necesita otro factor, se necesita llevar por dentro algún componente especial. Y que no es, sin embargo, nada misterioso.
Las circunstancias meramente funcionan como disparadores. Pero sin llevar la esencia heroica, el componente que falta; no aparecerá ningún héroe. Esa esencia que distingue a un héroe de alguien que no lo es, no es nada genético, no hay que nacer con ella. Este elemento especial no es más que la admiración hacia los héroes.
Así es, admirar a los héroes hace héroes. Aquellas personas que no sienten ninguna admiración hacia las conductas arriesgadas y épicas jamás tendrán el temple de titanes. Todos los personajes prominentes cuyos nombres están grabados en la Historia fueron grandes admiradores de los héroes. Fue esa devoción e interés por las acciones magnánimas los que los convirtió en personas excepcionales.
No existen los superhombres; solo hay personas que respetan y admiran a los héroes. Son esas personas normales, las que llegados determinados momentos, despliegan acciones extraordinarias. Cualquiera, cumpliendo esos requisitos puede llegar a ser verdaderamente grande.
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