Hoteles en Puerto de la Cruz, con clima de vacaciones todo el año
Puerto de la Cruz es un pequeño municipio de tan sólo 8.73 km² de extensión. Sin embargo en este pequeño paraje es posible encontrar una extraordinaria riqueza natural, y es posible afirmar que los hoteles en Puerto de la Cruz no tienen nada que envidiar a los mejores hoteles del mundo. El desarrollo turístico es sumamente importante, siendo esta pequeña localidad uno de los primeros municipios en encarar una política sustentable de atracción y captación de visitantes de todo el mundo. De hecho, es el turismo el principal sustento de la economía local.
A comienzos del siglo XVII se da inicio a la historia de esta localidad, cuando se construye la plaza y la iglesia local. En el año 1808 se constituyó como municipio autónomo, como consecuencia natural de la personalidad y el espíritu de sus pobladores. En un principio no se trataba más que de una aldea dedicada al comercio de vinos y caña de azúcar, como así también a la pesca. A finales del siglo XIX se construye el primer gran hotel, momento que definirá el futuro económico local.
Hay muchas cosas para ver en esta pequeña extensión de tierra. El complejo Lago Martiánez fue inaugurado en el año 1977, y está constituido por un casino y un hotel cinco estrellas. También cuenta con piscinas y lagos, y diversos espacios ideales para el ocio y la recreación. Otra región increíble es la Plaza del Charco, por donde pasa el eje de la vida comercial y económica local. Hay gran cantidad de locales, y tal vez sea el sitio más representativo del Puerto la Cruz.
Una especie de circuito turístico religioso podría realizarse al visitar las distintas iglesias y ermitas de la localidad. Un buen punto de partida sería la ermita de San Telmo, construida en el año 1780, para venerar a San Pedro González Telmo. La escultura de San Telmo que se venera en su interior fue realizada por Jerónimo Luis Román en 1783. El edificio más importante de la ciudad es la parroquia de Nuestra Señora de la Peña de Francia, cuya construcción data del año 1697. La cruz de madera de la sacristía fue traída hacia el año 1620, probablemente desde Cuba.
En definitiva, Puerto de la Cruz es un lugar con pasado, pero también con un fantástico presente, que se expresa en la intensa vida turística local.
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