Las Estancias de Buenos Aires, entre Lujo y Tradición
Buenos Aires es tango y vida bohemia pero también es naturaleza y tradiciones. Esta metrópoli se encuentra rodeada por sierras que descienden suavemente hasta la llanura pampeana donde se erigen pequeños pueblos de un aire antiguo y autóctono que aún mantienen vivas las usanzas gauchas.
Entre un pueblo y otro se vislumbra el perfil de los espectaculares châteaux de la pampa. Son antiguas casonas de diseño típico y pequeños castillos de estilo Tudor-normando que hoy se han convertido en hosterías de lujo. Lagos privados, jardines cuidadosamente diseñados, relajantes piscinas, campos de golf y una naturaleza exuberante son el resto de los condimentos que recrean una estancia inolvidable.
En contacto con la naturaleza
A tan solo media hora del centro de Buenos Aires se sitúa el Parque Pereyra Iraola, una Reserva de Biósfera de más de 10.000 hectáreas. Un total de 130 especies forestales lanzan al aire sus aromas exóticos para envolverte en un ambiente cautivante mientras 200 especies de aves se convierten en la música de fondo que te acompañará durante el recorrido.
Recorrer este paraíso montando a caballo será una experiencia inolvidable. Existen varias empresas que organizan cabalgatas e incluso hay guías que le enseñan a los menos expertos las técnicas básicas de la equitación. Podrás visitar lugares con nombres de fábula como el Bosque Encantado y el Sendero Selvático pero lo que no deberás perderte es el “árbol de cristal”, una especie única en Latinoamérica. La resina de este árbol semeja gotas de cristal por lo que en las noches de luna llena regala un espectáculo de reflejos totalmente surrealista.
Al noroeste de este parque se encuentra el pueblo de San Miguel del Monte, uno de los más antiguos de la provincia de Buenos Aires. Podrás hospedarte en habitaciones donde cada objeto es una reliquia del siglo XIX, degustar un buen asado en los antiguos establos ganaderos, dedicarte a la caza o emprender algunas de las rutas de senderismo en la búsqueda de los típicos ranchos pampeanos. Muy cerca se encuentran las Lagunas del Monte y de Las Perdices, sitios idóneos para pescar grandes pejerreyes o experimentar los deportes acuáticos como el canotaje y el windsurf.
Deportes de lujo en la ciudad
El polo en Argentina no es un deporte más, es una pasión que adquiere proporciones agigantadas. Por eso no hay mejor lugar en el mundo para vivir el polo que en las suaves colinas que rodean Buenos Aires. A finales de cada año el barrio de Palermo acoge el Campeonato Argentino Abierto de Polo, un certamen mundial que tiene capacidad para 16.000 personas.
Tampoco te faltarán ocasiones para vivir este deporte en primera persona ya que a escasos minutos del centro de Buenos Aires se sitúan clubes de polo de aire sofisticado. En la grupa de un caballo podrás aprender los golpes básicos de este deporte y hasta motivarte a practicar un backhander. Después de cada juego generalmente se realiza un brindis con champagne y snacks que resaltan los sabores tradicionales.
Otra de las pasiones argentinas es el golf. De hecho, Buenos Aires es una de las pocas megaciudades que ha podido darse el lujo de construir un relajante campo de golf a pocos minutos del centro. Sus colinas onduladas esconden estrechos fairway que convierten el campo de 18 hoyos en un reto para los jugadores de cualquier nivel. Será fácil encontrar la relajación entre estas 36 hectáreas ya que solo el perfil de los rascacielos nos recuerda que estamos en plena ciudad.
En Internet encontrarás numerosas ofertas de vuelos y hoteles en Buenos Aires y muchas agencias de viaje online ofrecen paquetes especiales con excursiones incluidas. Si tu presupuesto no te permite pernoctar en una estancia, puedes asistir a lo que se conoce como “Fiesta Gaucha”, es decir, un programa de medio día en la estancia donde podrás disfrutar de un show de folklore, destrezas gauchas, paseos a caballo, un suculento asado argentino y otras actividades dependiendo de cada establecimiento.
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