El nuevo concepto de hoteles baratos

El turismo ha sufrido un importante cambio durante las últimas dos décadas, su popularización ha hecho que se destinen multitud de nuevos negocios hacia esta actividad, construyéndose gran cantidad de hoteles que resolviesen la demanda de alojamiento creada.

Como pasa con todo tipo de mercados, el turismo ha ido evolucionando y cambiando y distintas empresas han optado por especializarse en el turismo más básico y sencillo. Este turismo se ha visto reforzado enormemente en los últimos años gracias a las operadoras de vuelos “low cost”, las cuales ofrecen vuelos realmente económicos incluso en vuelos de media distancia.

La idea fue un éxito desde el principio y ya podíamos volar por poco precio a nuestro destino, pero aún quedaban por solucionar otros elementos que resultan claramente indispensables en un viaje. Sin duda el principal de ellos es el alojamiento. Desde que se dieron lugar los primeros hoteles los ha habido de distintas categorías, pero el mercado se acostumbró en las últimas décadas a grandes hoteles con un buen número de servicios que ofreciesen casi todo aquello que el turista podía necesitar en su visita. Los hoteles más baratos lo tenían difícil y no era extraño encontrarse con que este tipo de establecimientos recortasen de presupuesto en algunos de los elementos que más nos importaban como pueda ser la limpieza o un servicio correcto para intentar conseguir precios más atractivos.

Este es el testigo que cogieron empresas como easyHotel o Sidorme para ofrecer lo que muchos turistas demandaban, hoteles baratos que quizá no ofreciesen la gran comodidad y servicios adicionales que ya ofrecían algunos hoteles más costosos, pero que en su función más importante funcionasen correctamente. Es decir, hoteles limpios, bien cuidados, con un servicio correcto, una ubicación apropiada y prácticos.

Hoy día no es difícil encontrar en los principales destinos turísticos hoteles que ofrecen un alojamiento bajo ese concepto de “barato no tiene porque ser malo”. Además ya no solo son establecimientos construidos ya con dicha intención sino que muchos hoteles ya existentes se han reconvertido, o simplemente ofrecen un número de habitaciones a precios más competitivos.

Estos hechos han favorecido la posibilidad de acudir a muchos lugares por precios realmente económicos, lo que ha beneficiado especialmente a jóvenes con ganas de viajar y que aún no cuentan con muchos recursos económicos. Además el mercado ha aprendido que este nuevo tipo de hotel no supone una verdadera amenaza para el resto de establecimientos, ya que estos seguirán nutriéndose de familias y personas que buscan una estancia más acomodada o que necesitan más servicios.