El internet y la brecha generacional
Hace pocos días, al salir de trabajar, pase por mi familia a casa de mi suegra, ya que habíamos acordado con anterioridad, que lo haría de ese modo, al llegar me encontré con esta estampa;
Mi suegra platicando con mi esposa, al mismo tiempo que chateaba con otra de sus hijas que reside en E.U.
Mi esposa al mismo tiempo que atendía la plática de su madre, le enviaba una cotización a una de sus clientas desde su lap top,
Dos de mis hijos, al mismo tiempo que estaban participando de la charla, acordaban con sus amigos, vía internet y desde la facilidad de sus teléfonos móviles, las actividades que tendrían un poco mas tarde,
¡Tres generaciones! Si, tres generaciones usando la misma herramienta tecnológica
A pesar de que entre la edad de mi suegra y la edad de mi hija menor existen “algunos” años de diferencia (no pongo cuantos, pues podría desatar la furia de mi suegra)
En ese momento no existía la llamada “brecha generacional” y después de analizar por un momento, me di cuenta que esta ha ido desapareciendo poco a poco, ya que es común como sucedió no hace mucho tiempo en casa, que los padres localicen a sus hijos “desaparecidos y sin ganas de contestar sus teléfonos móviles” en las redes sociales
Ya que mi hijo mayor, me platicaba divertido que la noche anterior twuitio la siguiente frase “estoy feliz y quiero festejar” y un momento después su madre había publicado:
“ven a festejar a casa, que ya es muy tarde” por lo que le llovieron los comentarios de sus amigos instándolo a regresar en ese momento a casa.-
Todavía recuerdo como fue satanizado el uso de la red (y aun en menor escala sigue siéndolo) que esta, se decía, no era apta para los niños y jóvenes por la facilidad de encontrar información e imágenes no aptas para ellos, y yo, podría completar esa objeción de esta manera: en la red existe información e imágenes que no son aptas para menores, y tampoco es recomendable para adultos, mas eso no es suficiente como para impedir el acceso a la red de todo individuo a quien su moral le impida acceder a ese tipo de información, lo que yo recomendaría hacer, es que nosotros los padres, enseñemos a nuestros hijos, de la misma manera como les hemos enseñado a conducir, cuales son los “limites de velocidad y los lugares en donde no deben estacionarse en internet”
Debemos recordar que “el veneno en manos de un sabio, es medicina, y que la medicina en manos de un necio, es veneno” solamente debemos inculcar en nuestros hijos un poquitín de sabiduría, para que puedan ellos hacer uso y explotar el potencial que la red representa para la humanidad.
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