Una nueva economía.
Al día de hoy la humanidad ha consumido casi todos los minerales necesarios para fortalecer la industria de manufactura, minerales que tardaron millones de años en acumularse, siendo cada vez más caro y difícil extraerlos, así también el petróleo, eje que hace rodar nuestro mundo cotidiano además del sistema financiero mundial y nuestra macroeconomía en particular; es indiscutible el aporte del petróleo al desarrollo y prosperidad que disfrutamos actualmente pues desde 1890 en que se descubrió su uso comercial hasta la actualidad, la economía global se ha multiplicado por veinte, el uso de la energía por cuarenta y la humanidad por cuatro, no obstante, dicha materia prima es absolutamente limitada, de manera que el pico del petróleo en el mundo pasó hace más de cuarenta años, esto quiere decir, que la demanda ya ha superado a la oferta de yacimientos rentables descubiertos, entonces ¿qué va a pasar cuando cada vez sea más difícil y costoso explotar petróleo?, ¿qué va a suceder con el sistema financiero mundial?, ¿qué con el nivel de vida que ahora todos disfrutamos?, si el petróleo es de lejos la principal fuente energética y sus días están contados, ¿qué tipo de opciones tenemos ahora para que reemplacen su impacto?.
Existen muchísimas fuentes alternativas de energía, pero la mayoría requieren de más energía (insumos derivados del petróleo) para producirlas, así, son muy pocas las que necesitan menos provisión energética tradicional para producir más energía neta, y tomando en cuenta que el desarrollo de la humanidad está asociado intrínsecamente al excedente de energía, entonces estamos ante un escenario muy delicado y extremadamente complejo pues prescindir de la energía como la conocemos hoy equivaldría a regresar al nivel de desarrollo del siglo diecinueve, al menos, pero con tres veces más población.
Así, yo considero que estamos ante escenarios tremendamente desafiantes y absolutamente comprometedores, que demandan casi de modo imperativo un nivel del madurez social y empresarial como jamás antes se vio, pero que requiere de liderazgo, el mismo que debe nacer de la sociedad civil, que es en definitiva la que paga los platos rotos de la irresponsabilidad política, no es cuestión de tendencias ideológicas debido a la universalidad del cambio que se avecina y en el que todos estaremos involucrados, aún los políticos, tampoco debemos esperanzarnos al liderazgo gremial porque siempre defenderán el establishment, y así, sólo se acoplan a las grandes tendencias cuando ya no hay otra opción, tal es el caso de las plataformas emergentes de internet para negocios, las que son tomadas como novelerías de adolescentes y subestimadas casi en grado superlativo, por el miedo al cambio.
¿Qué hacer entonces?, yo considero que la sociedad civil debe agruparse y organizarse de alguna manera, especialmente por medio de redes sociales e internet, y con planteamientos concretos proponer al liderazgo político el cambio en la orientación de la economía, en la inversión de fuentes limpias y renovables de energía ¡ahora!, de modo que cuando el petróleo sea inaccesible y la gasolina también, tengamos opciones comercialmente rentables de energía que no impacten o que lo hagan pero tangencialmente en la vida cotidiana de cada uno; Ecuador como proveedor de materias primas deberá entender que en el mediano plazo le será mejor negocio preservar sus reservas de petróleo para consumo interno que para exportación, eso implicará un cambio radical en su política energética y presupuestaria, y equivaldrá a reinventarse a sí mismo.
Por nuestra parte, como empresarios y consultores de negocios nos queda solamente aplicar las tecnologías disponibles, básicamente por medio de internet para promover negocios que no requieran grandes complicaciones logísticas que impliquen gran consumo de energía, y que además, que sean rentables para las partes involucradas y educar a multitudes vía internet sobre opciones de negocios reales, sostenibles y viables que quizás amortigüen el impacto de la crisis financiera que vendrá más temprano que tarde debido fundamentalmente al crash del petróleo, principio y fin del sistema económico que conocemos y disfrutamos hoy.
Carlos Jurado Peralta; economista, emprendedor, conferencista, asesor de negocios, activista en redes sociales.
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