El compañero pianista
En una entrevista al gran pianista acompañante Miguel Zannetti, decía “habría que erradicar la palabra pianista-acompañante, y sustituirla por otra como por ejemplo pianista de cámara”.
Si entendemos el término acompañante, como persona que nos acompaña, en el sentido de la realización artística, de persona que nos ayuda a realizar una interpretación, de un amigo que nos vigila y escucha atentamente desde detrás, no tiene nada de peyorativo.
Todo buen solista, sabe de la importancia de sentirse arropado por un pianista en quien confiar, que ayuda a templar los nervios de la actuación, que en los momentos de inspiración conduce en volandas al solista o en los momentos difíciles de algún pasaje toma las riendas. Es la tabla de salvación que tiene el solista en el escenario.
Un buen pianista acompañante es una garantía, y esto lo saben los grandes profesionales. Algunos y en especial los cantantes, forman dúos estables que duran toda la vida, como un matrimonio.
El pianista acompañante es un profesional que conoce las particularidades del repertorio, del estilo, de la evolución musical, de los instrumentos…
Grandes pianistas han dedicado parte de su actividad a acompañar, Rachmaninov, Horowitz, Baremboin, Askenazy… otros han centrado exclusivamente su actividad en acompañar como G. Moore. H. Deucht o los españoles M. Zannetti o E. Arnaltes.
También varios de los grandes directores de orquesta han sido en sus inicios excelentes pianistas acompañantes o correpetidores de ópera, como Abbado, Mutti, Levine, Sawallisch, Pappano…
Desgraciadamente en España no se puede estudiar la especialidad de “pianista – acompañante” al contrario que en otros países europeos, y la práctica de los alumnos en los conservatorios se limita a algunas pocas clases de música de cámara, tomadas como una asignatura “complementaria”.
Aquí el pianista está en clara desventaja con los compañeros de cuerda que tocan en grupo con la orquesta o los vientos en las bandas, mientras que el pianista pasa largas horas de estudio solo, sin compartir su interpretación con nadie.
Los conservatorios cuentan con pianistas acompañantes, sin embargo no existe un acceso específico para esta tarea en el sistema de oposiciones a ingreso de los conservatorios, englobándose junto a profesores de piano y piano complementario (otro caso igual).
Así que al pianista acompañante o que quiera serlo solo le queda ir estudiando el repertorio por su cuenta, ampliar sus conocimientos sobre el resto de instrumentos, las particularidades de cada uno de ellos (emisión, arcos, articulaciones, afinación…), conocimiento de idiomas para acompañar a cantantes, características estilísticas, etc., todo esto después de realizar sus estudios de piano igual que cualquier profesor de piano o solista.
Arduo camino para tan poco reconocimiento.
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EL PIANISTA ACOMPAÑANTE: “El compañero pianista”
Ángel Torres Baello. Pianista acompañante.
Javier Sierra. Técnico en instalaciones y venta de matrerial pirotécnico
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