Liderago y el manejo de la vida emocional
El manejo de la vida emocional es tema en cualquier área de la vida, en las relaciones personales, laborales, etc. Y es que indudablemente, el buen manejo de nuestras emociones puede llevarnos a un despunte en el bien actuar del día a día, tanto en las actividades que realizamos, así como la percepción y relación con las demás personas e incluso en nuestra salud.
Un buen líder no solamente debe aprender a manejar sus emociones, sino que además debe desarrollar la habilidad de identificar las emociones y actitudes de sus colaboradores, con la finalidad de tener empatía hacía ellos y actuar asertivamente. Cada persona es diferente, como se dice popularmente, cada cabeza es un mundo, y esto aplica también para sus emociones; un líder no puede darse el lujo de ignorar lo anterior y tratar a todos por igual, no puede caer en acciones autodestructivas como el pre juzgar, sino que debe de ir más allá y entender el actuar y reaccionar de las personas que los rodean.
En muchos de los casos, cuando un líder ha desarrollado su inteligencia emocional, puede ser conciliador de situaciones y personas, tomar decisiones de manera objetiva, inspira confianza a sus colaboradores; sin embargo, no debemos olvidar que un líder no deja de ser una ser humano como cualquier otro, que puede vivir situaciones que descontrolen su equilibrio emocional, sin embargo, entre más se conozca y se autodomine, menores serán éste tipo de situaciones.
¿Cu&aac ute;ntas veces no ha pasado, que nos llevamos nuestros problemas de la casa al trabajo o viceversa? , ¿Cuántas veces no sobre reaccionamos acerca de algunas situaciones?, ¿Cuántas veces no criticamos, señalamos o nos quejamos de las personas sin saber realmente que sucede antes de emitir nuestro juicio? Y es que todo eso sucede, pero para un líder, del ámbito que sea, estas malas actitudes se reflejarán en su equipo de trabajo, contagiando de desestimación, debilidad, mal ejemplo, crítica y pleitos entre miembros del equipo.
Un líder debe fomentar una actitud positiva, ejemplificar y apoyar a desarrollar la habilidad del buen manejo de las emociones a sus compañeros, elevar la calidad en la comunicación empática y asertiva, de ésta forma, muy seguramente no solo logrará mejorar las relaciones con las personas que las rodean, sino que se forjarán lazos de lealtad, seguridad e incondicionalidad entre las personas.
Cuando un líder desarrolla el manejo de sus emociones y el de las personas que las rodean, la persona que más se beneficia, es él mismo. No olvidemos que gran parte de lo que nos sucede en la vida sí somos responsables, y que el camino en el andar es tan misterioso que no se sabe en qué circunstancias se pueda estar, pero sea cual sea ésta, garanticemos nuestra mejor actitud.
Laura Lalo Sanchez
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