Vivir la aventura de viajar

Un viaje aventura, resulta ser mucho más placentero que los viajes a través de grandes empresas turísticas, que implican grandes resort’s y hoteles de lujo, que restan las emociones de la aventura. Son los comúnmente llamados “viajes a pie”, donde sale a flote nuestro espíritu aventurero.

Estos viajes se denominan “viajes a pie”, cuyo objetivo es vivir un real conocimiento de los sitios, las costumbre y realidades de lugares desconocidos. Al cumplir con actividades planeadas y recorridos que limitan el tiempo y las decisiones, se suprime un aspecto importante del viaje, conocer y vivenciar experiencias de realidades cotidianas de sitios desconocidos, aumentando las experiencias y la aventura.

Estos viajes a pie, llevan implícito un gasto restringido, lo que condicionan al aventurero a hospedarse en un hotel económico. El hecho de ser económico, no quiere decir que la calidad sea mala, o que el viajero tenga que exponerse a condiciones que le impliquen incomodidades o situaciones desagradables.

Realizar un viaje a pie, significa hospedarse en hoteles económicos, que no tienen servicios adicionales. En estos hoteles no encontramos servicios de comodidad, como asistencia al cuarto o restaurante, Estos hoteles son básicos y aunque no cuenten con instalaciones amplias y con grandes comodidades, el servicio es satisfactorio.

Un hotel económico ofrece el hospedaje en una habitación con el mobiliario básico, existe una cama, un closet, un par de sillas y lo más probable es que el baño sea compartido. No te brinda servicio de restaurante, ni servicio al cuarto. Básicamente el hotel más económico te ofrece un lugar limpio donde dormir.

Aunque económicos, hay algunos hoteles que ofrecen algo más, incluyen televisor e incluso baño privado. El servicio no cubrirá más comodidades. En ningún momento significa que los hoteles económicos presten un mal servicio, solo que no ofrecen comodidades extras a un dormitorio higiénico y, por supuesto, una buena atención.