El Secreto de Como Engordar. Un Misterio Milenario

Si tienes problemas para subir de peso lee atentamente lo que tengo que compartir contigo. Ahora te mostraré uno de los secretos más antiguos para engordar. Este poderoso secreto te ayudará a mejorar tu salud y tu autoestima.

Es muy importante recalcar nuevamente la importancia de algo que considero vital en el empeño de engordar… el sistema nervioso. Ya lo he mencionado en otros artículos y lo sigo haciendo por su trascendencia, si no logras engordar se debe en parte a tu sistema nervioso.

Cuando uno no puede engordar puede deberse a que el sistema nervioso esté alterado. Cuando esto ocurre se provoca un excesivo desgaste de nutrientes y una desnutrición a nivel celular. Para ponértelo más simple: no asimilas lo que comes y por eso se produce la extrema delgadez.

Conclusión… tienes que hacer todo lo posible para equilibrar tu sistema nervioso. De lo contrario, sin importar lo que hagas o cuánto comas no podrás engordar y mantener más peso. El desequilibrio nervioso puede ser consciente o inconsciente pero en cualquiera de estas dos variantes, el desequilibrio nervioso está presente en el 95% de los casos de extrema delgadez.

Este artículo es para revelarte un poderoso consejo, con él equilibrarás tu sistema nervioso y podrás subir de peso.

El secreto:

Hace miles de años que se usa una sustancia muy sencilla con este propósito: el agua. Sí, el agua. Aplicada a nivel externo y siguiendo ciertas técnicas el agua logra equilibrar el sistema nervioso y es de gran ayuda para engordar.

¿Qué debe hacerse?

1. Toma diariamente una ducha fría durante 10 segundos. Dirígela a diferentes partes de tu cuerpo. Empieza con la pierna izquierda, luego pasa a la derecha, después dirige la ducha a tu brazo izquierdo, luego al derecho, pasa después a la espalda alta, la espalda baja, la cara, el cuello y finalmente termina duchándote el pecho y el abdomen.

2. Sigue este orden repitiéndolo 3 veces seguidas. Demórate 10 segundos en cada zona.

El agua entre más fría es mejor. Para acostumbrarte intenta primero con agua no tan fría y ve probando poco a poco con temperaturas inferiores.

Esta técnica ayuda a equilibrar tu sistema nervioso, aumenta la circulación sanguínea y permite que los órganos internos se depuren mejor. Recuerda que entre mejor sea la circulación, mejor asimilaras los nutrientes y si logras que tu cuerpo asimile bien los nutrientes que ingieres entonces podrás engordar más rápido.

Las duchas frías ayudan a tu cuerpo a eliminar toxinas retenidas en tus órganos internos. De esta forma lograrás que mejore tu digestión y potenciarás tu apetito.

Esta es una información valiosa, no pierdas tiempo y llévala a la práctica.

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