El aporte de la neurociencia para ser un buen Coaching
Conocer y comprender, el sentido que tiene la UCCM (Unidad Cuerpo-Cerebro-Mente) en nuestra forma de pensar y hacer, nos predispone a mejorar la actitud y generar, los cambios necesarios de comportamiento que permitan, reflejar el equilibrio entre cuerpo y espíritu en el quehacer cotidiano de nuestra profesión o personalidad. Reducir, nuestro comportamiento a celdas de comportamientos (multicomportamientos), obedece a cómo actuamos en las diferentes circunstancias; pero, no se tratar de subdividirnos y generar múltiples formas temporales y espaciales para desplegarnos y distribuirnos de acuerdo a ciertos hechos. Es la capacidad mental de adecuarnos a nuestra forma dinámica de desarrollar nuestra corporalidad de acuerdo a la situación. Claro está, que estará determinado por nuestro interlocutor o interlocutores, flexibilizando nuestro comportamiento a esa determinada situación; pero, somos una unidad capaz de adecuarnos a los ambientes que nos acogen y que acogemos recíprocamente. El aporte de la neurociencia para ser un buen coaching, está determinada por la capacidad que tenemos de ser flexibles mentalmente y que se ve, reflejada en la actitud y actuar de nuestra biología corporal que, nos permite adecuar; también, nuestro cerebro y nuestro lenguaje a esas circunstancias.
&n bsp; Nuestra comportamiento flexible es dado por la capacidad que tiene, la neuroplasticidad de nuestro sistema nervioso central, conformado por redes de neuronas conectadas entre sí (red hebbiana). Este proceso estructural y funcional, nos permite adecuarnos de acuerdo a los contenidos y aprendizajes significativos que vamos desarrollando, por la capacidad de tener una memoria a largo o corto plazo que determina, lo que somos como contenido significante de saberes. Esto depende de la significancia e importancia del conocimiento e información que vamos adquiriendo. Lo que se quiere señalar, está centrado en relevar, que los procesos de coaching, no está dado en la técnica sino en comprender y entender a la persona, sujeto central y vital de la enseñanza.
Así, la neurociencia, ha permitido introducirnos a ese micro mundo interior de nuestra composición cerebral. Su comprensión, genera la música que guía nuestras cuerdas de energía espiritual y racional, fluyendo por toda nuestra biología, pensamiento y conducta. Este nuevo conocimiento, enriquece las herramientas de cualquier coaching o que se aprecie de tal.
La mayoría de los coaching, se centra en las técnicas, organización y planificación de los contenidos. No se pretende desconocer, el aporte y la ayuda que generan ellos; pero, lo que el coaching debiera hacer, es generar las destrezas conceptuales, habilidades y actitudes para que ese contenido, tenga sentido para las organizaciones o personas a las cuales está acompañando.
  ; Un buen coaching, comprenderá, la importancia que tiene la neurociencia para ser un buen coaching; pues, le permitirá usar la biología y la dinámica neuronal para comprender, la diversidad de las personas que pretende ayudar u orientar, sus bloqueos mentales, sus conductas negativas que no dejan avanzar y su forma de observar y comprender el mundo que les rodea. El potencial de la neurociencia es justamente, desbloquear las trabas que nos impiden tener una visión o comprensión más amplia, flexibilizar su metodología en función de la diversidad natural de las persona que atiende, conocer sus ritmos y estilos de aprendizajes, su forma de actuar, la emocionalidad que está implícita en toda persona; es decir, se incrementa la información cuantitativamente y cualitativamente, siendo un insumo necesario para tomar las decisiones más adecuadas y pertinentes posibles. La neurociencia es la herramienta del conocimiento que faltaba para formar, un buen coaching.
Para mayor información: http://wasanga.com/bealcasa/
Registro automático