Toma de decisiones en la empresa
De entre las acciones que ejecutan los líderes, de inicio y por definición está la toma de decisiones. Ya bien, se ha establecido la iniciativa de formar una comunidad de líderes con base en principios éticos en la comunidad directiva de la empresa, y es menester, para coadyuvar a este propósito, ilustrar ciertos conceptos e ideas clave en este tema que tiene mucho de formador en cuanto a las implicaciones éticas y trascendentales en la vida de una persona que no sólo sea líder o directivo sino de cualquiera otra porque finalmente a través del acto de decidir es que el ser humano alcanza un noble fin como lo es la felicidad y trascender a través de su trayectoria.
Es de notable importancia los fundamentos personales y de carácter que posee todo buen director y todo aquel ejerza dirección en algún aspecto de la vida por que como bien apunta el Dr. Llano Cifuentes en su libro Análisis de la Acción Directiva, el caso de la decisión es todo un proceso en que la persona pone a prueba su formación, temple, fortaleza y confianza. En este breve artículo se expondrá los atributos que, sin adentrar en aspectos organizacionales, debe poseer el buen ejecutivo, como se obtiene en la formación y cómo se ejerce.
El primer lugar, el acto de decidir implica lo magnánimo, objetivos magnos y el proceder digno de una persona responsable y comprometida con el desarrollo de sí misma, el de su equipo. Tarea que ennoblece este proceso.
Debe hacerse n la cadena: Diagnóstico – Decisión – Mando, de orden secuencial e importante pues cada uno tiene aspectos personales que son necesarios y permanentes para realizar una toma de decisión cabalmente.
El diagnóstico, tiene asociada en la dimensión interna la humildad frente a las propias capacidades y objetividad frente a las oportunidades y las amenazas del exterior.
La decisión, que determina la meta a la que debe llegarse, está relacionada con la magnanimidad o afán de logro hacia afuera, en proyección de lo que deseamos, y la audacia o capacidad de evaluar y adaptarse a la decisión en ambientes de riesgo pero internamente, pues son muchas veces los retos que se traducen a limitaciones personales.
Finalmente el mando y la ejecución de las acciones “impulsa a los hombres (y a uno mismo) para alcanzar la meta” y para ello se requiere y confianza en los demás y personalmente debemos ser un ejemplo de constancia y fortaleza.
Con este sencillo análisis se llega a la conclusión que el ejercicio del mando no es simple úes toma en cuenta desde el concepto de empresa y el fin noble que debió haberla forjado, la mente ejecutiva detrás de ella y al mismo tiempo el espíritu de crecimiento personal y organizacional de todo el bloque empleados-directivos pues como también expone el Dr. Llano, la empresa juega un papel fundamental de las sociedad moderna debido a la acción educadora y moldeadora que es capaz de obtener con una base firme en la dirección.
Referencia:
An&aacut e;lisis de la acción directiva
Carlos Llano Cifuentes
Editorial Limusa, 1979
Armando Chávez Plascencia Programa de Maestría en Liderazgo Desarrollador ICES - CFE
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