El plan de marketing
Desarrollar un plan de marketing requiere conocimientos y muchas horas de dedicación por parte del emprendedor. Al igual que el plan de negocio tiene un componente informativo y sirve en gran medida para obtener financiación, el Plan de Marketing además de cumplir esa función, se utiliza para instrumentar el plan de acción.
Una vez tenemos datos concretos acerca de la naturaleza de nuestro producto, de los costes generados hasta la puesta a disposición del mismo y de cómo se encuentra el mercado objetivo al que nos queremos dirigir, es el momento de establecer otro de los pasos importantes en la confección de un plan de negocio. Hablamos de la estrategia de marketing.
La estrategia de marketing viene determinada por cómo vamos a posicionar nuestro producto dentro del mercado. Para ello tenemos diversas vías de desarrollo que incluyen acciones tales como penetrar en nuevos mercados, hacernos un hueco en un mercado diferenciado, hacer crecer el mercado diferenciando tu producto respecto a los de la competencia o incluso reposicionar tu producto frente a cambios del mercado. Estas estrategias de marketing son básicas para el desarrollo del plan de marketing por lo que las analizaremos en profundidad más adelante.
Una vez definida la estrategia de marketing es la hora de utilizar una serie de técnicas de marketing que nos ayudarán a posicionar el producto que queremos comercializar. Durante el proceso de creación del plan de negocio que hemos estado implementando hemos recogido y analizado diversa información que nos será de gran utilidad para diseñar tácticas consistentes. Es la hora de poner en marcha el plan de acción, prestando especial atención a cuatro aspectos básicos; el producto, el precio, la promoción y la distribución.
EL PRODUCTO:
El producto no es estático. Podemos introducirlo en el mercado sin modificarlo, podemos modificarlo o incluso cambiarlo por completo. Podemos rejuvenecer el producto haciendo que este conserve sus características anteriores. Podemos hacer cualquier cosa para darle la vuelta al producto para que sea novedoso y ofrezca nuevas características. Un ejemplo? Ves a una librería, busca el libro que lleve más tiempo en los estantes y cámbiale la portada por una bien bonita. Vuelve a dejarlo en el estante. Crees realmente que tardará tanto como antes en venderse?.
EL PRECIO:
La política de precios que adoptes es fundamental pero depende en gran medida del tipo de producto que quieras comercializar, generalmente vender un producto de calidad es más caro y suele tener un margen de venta superior pero la rotación suele ser más baja por lo a priori obtendrías menos beneficios. Por otra parte, si comercializas un producto económico y de más alta rotación, podrás permitirte bajar el margen siempre y cuando las ventas sean mayores y tus gastos te lo permitan.
A modo de ejemplo podemos decirte que en el mercado existen productos cuyo precio de venta al público viene establecido por el proveedor independientemente de los gastos de estructura que generes. Como puedes ver no todos los factores que influyen sobre el precio están bajo tu control así que debes informarte bien de cuáles son tus limitaciones.
LA PROMOCIÓN:
La promoción es otras de las herramientas básicas del emprendedor si quieres dar a conocer tu producto y es en este apartado donde debes hilar más fino. No basta con tener un producto de calidad, ni sirve tener una buena cuota de mercado. Si los consumidores no conocen tu producto no vas a vender nada.
LA DISTRIBUCIÓN:
Los canales de distribución son importantes desde el punto de vista estratégico, explotar un nuevo canal de distribución puede ofrecerte una ventaja competitiva pero si no aciertas siempre puedes dar marcha atrás salvo contadas excepciones. El considerar utilizar canales de distribución similares a la competencia no es mala idea aunque siempre tienes que estar al acecho de nuevas oportunidades. Ofrecer un producto de forma rápida, segura, y sin excesivos costes adicionales para tu cliente es perfecto, si además el sistema te facilita la vida, no lo pienses dos veces.
Estos son los cuatro principios básicos en los que debes centrar tus tácticas de marketing. Una vez hayas conseguido dominarlos será el momento de pasar a la acción. Adelante!.
Alejandro García, Asesor fiscal y consultor financiero en Abanza Business Management, S.L.
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