Las pequeñas y persistentes acciones, permiten cambiar la vida y la salud a largo plazo!
La prevención, la entendemos como la anticipación a que algo suceda; Es una premisa que todos pretendemos hacer parte de nuestra cotidianidad. Tenemos día a día mayor información acerca de cómo prevenir accidentes automovilísticos e incluso de manera casi automática al abordar al auto colocamos nuestro cinturón de seguridad y sin pretexto, hacemos que nuestros hijos lo utilicen de la misa forma.
Tomar este hábito de ejemplo, tomó dos caminos; el primero; hacer conciencia del beneficio y luego repetir, o bien es una costumbre que hemos replicado en otra persona y la adoptamos por imitación, con gusto y dócilmente.
La prevención relacionada con el área de salud oral, también se adquiere con alguna de estas dos vías, usualmente la primera; por conciencia más repetición, es el método común para los adultos; sin embargo el camino de la imitación es el que los niños utilizan siempre. De aquí la importancia de la expresión “Se educa con el ejemplo”.
Este educar con el ejemplo implica hacer de los hábitos de prevención como el cepillado de los dientes, un ritual en el que participen todos los de la familia. Este consejo es muy útil especialmente para con los niños pequeños; !Que con gusto, docilidad y hasta admiración imitan a papa, a mama o a algún hermano!.
La prevención es un tema de esfuerzo en conjunto, un equipo que se forma entre usted como responsable de la salud presente y futura de sus hijos, y nosotros Odontólogos, como área médica, especialistas formados con conocimiento actualizado, disponible, veraz y de utilidad, mismo que puede ser empleado desde el mismo instante en que se termina de leer, con mira a que los nuestros, lleguen a ser adultos sin caries.
Este asunto de prevención es verdaderamente importante, ya que estadísticamente encontramos que en México entre el 80 y el 90 % de la población está actualmente enferma de caries dental o de los tejidos que sostienen a los dientes (periodonto; hueso-encía). Y aunque por definición se previene una enfermedad antes de que ésta se manifieste; nuestra boca, pese de ser un conjunto de dientes, encía, hueso, sabores, digestión, nutrición, etc. no se enferma toda al mismo tiempo, así es que; mientras trabajo junto a mi Odontólogo corrigiendo algún problema yo manifiesto, también puedo beneficiarme de interceptar algo que aún es muy pequeño y prevenir otras patologías o disfunciones.
En los próximo párrafos y en las siguientes publicaciones deseo compartir, muchos conceptos sencillos y muy valiosos, verdaderas joyas de información con el ambicioso propósito de permear en la población la conciencia de como la salud oral, es parte fundamental de la salud general, de la calidad de vida y de la estética y armonía de nuestro rostro.
Sobre cuando es propicio que los niños acudan a consulta por primera vez.
En preciso momento, en que aparece la primera pieza dental en la boca de nuestro hijo es prudente una valoración, es más, sería muy útil un poco antes cuando comienza esa etapa oral intensa en la que es evidente que nuestro pequeño se incomoda por el proceso propio de la salida de los dientes a la boca, y no opino de ninguna manera que sea una consulta larga en donde se obligue al bebe a alguna posición tradicional de consultorio dental.
- Para limpiar las encías de su bebe después de alimentarlo, use una trozo de tela o gasa húmeda haciendo movimientos cortos, circulares y muy suaves.
- Rev ise con frecuencia y familiarícese con el aspecto de la boca de su hijo, así estará atento ante cualquier cambio de color, forma o textura y acuda al odontólogo ante cualquier duda que se le presente.
- Hay bebes que cursan con dolor y/o molestias por la erupción de los dientes, en estos casos el consejo más adecuado será el uso de algún juguete para la dentición (mordedera); teniendo la precaución de que este nunca sea amarrado en torno al cuello de su bebe, además de que sea grande para evitar cualquier accidente.
- Una vez que salgan los dientes, inicie con el hábito del cepillado, con un cepillo de cerdas muy suave. Solamente está permitido y es recomendable el uso de pastas con cierta cantidad de flúor en los niños que ya sepan enjuagarse y siempre controlando la cantidad de pasta. Frote los dientes de su hijo haciendo movimientos circulares.
- Recue rde “educar con el ejemplo” cuidando sus propios dientes y encías y si el tiempo no lo permite procure por lo menos una vez al día esta rutina, haciendo de la experiencia replica de este hábito que durará toda la vida.
Dra. Norma Mercado Cabrera Fundadora de CLISED
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