Como distribuir los alimentos cuando hay diabetes
La diabetes es una enfermedad que se caracteriza por el aumento de los niveles de azúcar en la sangre.
Para empezar distinguiremos entre la diabetes tipo I y la diabetes tipo II. La diabetes tipo I aparece en personas jóvenes y suele ser el resultado de una respuesta inmunitaria. El sistema inmune ataca, como si fueran cuerpos extraños, las células beta del páncreas, que acaban por no producir insulina, que es la hormona encargada de sacar la glucosa (azúcar) de la sangre y llevarla a las células para obtener energía. En este tipo de diabetes es necesario tratamiento con insulina, vigilar la alimentación y hacer ejercicio.
La diabetes tipo II suele aparecer en gente mayor y está relacionada con la obesidad y el estilo de vida sedentario, y cada vez es más frecuente en niños y adolescentes. En este caso, el páncreas produce insulina, pero poca, y además, esta insulina, que lleva glucosa a las células y hace función de llave que abre la cerradura, no puede actuar sobre las células (no puede abrir la puerta ) y la glucosa no entra en la célula, es decir se produce una resistencia a la insulina. En la diabetes tipo II, la pérdida de peso, una dieta sana y la actividad física pueden controlar durante años los niveles de glucosa.
Comer de una forma equilibrada es recomendable para todos, pero aún lo es más para las personas que tienen diabetes tipo II, que deberán vigilar el tipo de alimentos que comen, qué cantidad comen y con qué alimentos los acompañan. Los alimentos más ricos en glucosa o azúcar y los que más se han de controlar cuando hay diabetes, son los hidratos de carbono. En este grupo encontramos los alimentos ricos en azúcares simples como el azúcar, la miel, los caramelos, chocolate, la mermelada, los helados, las bebidas azucaradas, los zumos de fruta, y la pastelería y bollería en general, y también los alimentos ricos en almidones o azúcares complejos, como los cereales, el arroz, la pasta, el pan, las patatas o las legumbres.
Para evitar que los niveles de glucosa en sangre suban, se deben disminuir los azúcares simples, ya que suben rápidamente el azúcar, y equilibrar los hidratos de carbono o almidones a lo largo del día. Los almidones, también elevan los niveles de azúcar, pero no tan rápidamente, y para conseguir que esta subida de azúcar aún sea más lenta se pueden hacer varias cosas.
En primer lugar, comer productos integrales, ya que la fibra que contienen evita que los almidones y azúcares pasen rápidamente a la sangre. Y en segundo, comer alimentos ricos en fibra, como legumbre, verdura, fruta, frutos secos, cereales integrales o algas. Funciona muy bien hacer comidas que tengan de todo, es decir, verdura cruda o ensalada, verdura cocida, almidones, carne y fruta, ya que la ensalada, la verdura y la carne frenan los niveles de azúcar. La fruta es mejor no comerla sola, ya que contiene azúcares simples. También cocer los alimentos al dente y hacer comidas que contengan grasa, fibra y proteína, que también contribuyen a que el azúcar no suba. Cuando se tiene diabetes y sobrepeso es muy útil conocer el índice glucémico (IG) de los alimentos, o lo que es lo mismo, su capacidad de hacer subir el azúcar de la sangre.
En general los azúcares simples tienen un IG muy alto, y los almidones lo tienen más alto cuanto más refinados o más procesados son. Así, por ejemplo, el arroz blanco, el pan blanco y el puré de patata tienen un IG más elevado que el arroz integral, el pan integral o una patata cocida, y las frutas más maduras o las más ricas en azúcar también el tienen más elevado. Tienen un IG bajo los cereales en grano o integrales, las legumbres, las verduras, los frutos secos, las semillas y las algas. Por lo tanto, otra herramienta que tenemos para evitar que se disparen los niveles de azúcar es mezclar alimentos de IG diferente, por ejemplo legumbre con arroz o verdura con patata.
Un ejemplo de desayuno inadecuado sería comer pan blanco con mermelada y un zumo de naranja con azúcar, ya que todos estos alimentos tienen un IG alto y además son ricos en azúcares. Sería mejor comer pan integral untado con tomate y aceite y con alguna proteína, como jamón o atún, y mejor aún si añadimos una rodaja de tomate. Lo podemos completar con una pieza de fruta entera y mejor con piel. Este desayuno tiene la fibra del pan integral, la grasa del aceite, proteína, verdura cruda y fruta entera, que como hemos visto, ayudan a equilibrar los niveles de azúcar en la sangre.
Por tanto, no hay que reducir drásticamente la dieta los hidratos de carbono cuando hay diabetes, pero sí se debe tener cuidado de repartirlos a lo largo del día, combinarlos adecuadamente, comerlos integrales, cocidos al dente , en cantidades moderadas y bien acompañados de verduras, legumbres, proteínas y un poco de grasa. Si lo hacemos así y además hacemos alguna actividad física continuada, mantendremos a raya el azúcar y el peso en el caso de la diabetes tipo II.
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