Cómo actuar si hemos sido víctimas de un delito informático o de acoso en Internet

Actualmente, con la implantación de las nuevas tecnologías, las cuales ya no se centran solo en dispositivos informáticos sino que van más allá gracias los avances de los últimos años como los smartphones o las tablets entre otros, han aumentado los actos vandálicos e ilícitos a través de las redes sociales o de Internet en general. Algunos de los delitos más conocidos son el Phishing o el ciberacoso, ambos delitos  muy distribuidos tanto en redes sociales como a través de correo electrónico.

El famoso Phishing es un delito informático en el cual se utiliza, normalmente, el correo electrónico haciéndose pasar por una entidad bancaria o financiera, una ONG u organizaciones similares con el único fin de poder acceder a tus datos personales privados y poder realizar acciones fraudulentas.

El ciberacoso emplea las nuevas tecnologías para coaccionar, dañar, intimidar y acosar en definitiva a otra persona. En el ciberacoso y en el ciberespionaje el acosador emplea amenazas, vejaciones o insultos hacia la persona acosada a través de las redes sociales, además, hackean sus principales cuentas sociales o incluso de empresa, hacen suplementaciones de identidad, sabotajes informáticos, etc. Este tipo de acciones delictivas y fraudulentas a través de Internet y de las redes sociales son cada vez más frecuentes por lo que la ley ha tenido que establecer nuevas pautas de actuación y condena.

En el caso de las redes sociales, en las que compartimos prácticamente toda nuestra vida, se ha convertido en el foco más sencillo y accesible para el ciberacoso o el ciberespionaje. Las victimas son cada vez más y es una vía fácil para realizar además,  actividades delictivas de todo tipo.

Muchos de estos contactos sociales suelen ser perfiles falsos que desean un objetivo vulnerable, al compartir tanta información personal en una red social en Internet, somos una presa fácil para este tipo de delincuentes. Algunos casos sonados de acoso son los de intimidación, insulto o amenazas o incluso los de ofrecimiento de puestos de trabajo a cambio de un contacto sexual.

Es imprescindible que, ante cualquier tipo de acoso u sospecha de perfil falso, denunciar automáticamente el perfil del acosador a la red social responsable, cortar cualquier tipo de contacto con el o ella y sobre todo denunciarlo las autoridades policiales pertinentes.

Si hemos sido víctimas de algún tipo de intimidación, insulto, vejación o se nos han dirigido bajo una propuesta de carácter indecente, si se han utilizado nuestros datos personales o incluso bancarios o se han difundido imágenes y fotos por la red sin nuestro consentimiento la ley nos avala y podemos denunciar y actuar para luchar contra ello.

Es imprescindible que ante cualquier tipo de contacto informático ya sea por Phishing ciberacoso o ciberespionaje, es vital que nos pongamos en contacto con las autoridades pertinentes para establecer y proceder con la denuncia además, nunca está de más el poder contar siempre con el asesoramiento de un abogado penalista para que pueda guiarnos ante este tipo de casos.