Ley de la atracción - Un grito de pura fé

A quien se adentra cada vez más en el estudio, investigación y compenetración de esta materia entenderá el título que coloque para este artículo.

Para los que no entienden o no quieren entender la Ley de la atracción, la misma no es sólo voluntarismo o positivismo a ultranza sin saber porque, es mucho más que ello.

Si bien quien actúa sin convencimiento pero con mentalidad simplemente positiva se asimilará al principio a los primeros pasos que implica esta “Ley”, llegará un momento que ese impulso o fuerza interior para quien actúa sin conocer el “Secreto” se desinflará ante uno o dos acontecimientos negativos o que a primera vista se ven contraproducentes al objetivo que ellos tenían planeado.

Ahí radica la diferencia de quien actúa sólo por un impulso “racional” de quien actúa por la energía que su espíritu le transmite.

Porque quien se ubica en esta segunda posición seguirá insistiendo hacia delante como un toro embravecido en las buenas y en las malas. Porque sólo quien entiende en esta materia, sabe que los acontecimientos negativos que se cruzan en su destino no son piedras que entorpecen su camino, sino piedras que permiten que “eleves” tu dirección más alto.

Esas piedras en realidad te ayudan a fortalecer tu espíritu, ya que el mismo crece con cada resolución de un problema que se te interpone delante de ti.

Algunos dirán, pero como ¿no es que atraes situaciones negativas, sólo si tienes pensamientos negativos?. Sí eso es cierto, pero también es cierto y no me digan porque, que, cuando uno insiste en cumplir su objetivo a toda costa, no importa cuantos inconvenientes se nos presenten, terminas por obtener ese objetivo, tal vez más rápido que si todo te hubiese salido sin problemas de entrada.

Con esto quiero decir, si vas cumpliendo todo tal cual te lo planteasteis estarás feliz de ello, pero más feliz vas a estar cuando se te presenten las complicaciones (no las de los malos pensamientos) porque sabrás que ellas te están indicando que estás más cerca de tu objetivo.

Es como una señal que Dios te está dando de que no sólo estás en el buen camino, sino de que estás llegando. Parece al principio contradictorio, pero como he dicho en otros artículos es lo que permite que ejerzas la perseverancia (Yo la denomino perseverancia testaruda).

Y esa perseverancia unida a esa fuerza de voluntad son las determinantes principales para lograr que la Ley de la atracción funcione plenamente.

Esto implica que no importa que esas “piedras” se te planten por delante de tu objetivo, tú debes continuar sin detenerte hasta lograrlo, porque en la vida no hay perdedores, sólo existen las personas que no se atreven a ganar, que no es lo mismo.

En la vida no existen las derrotas, sólo existen las detenciones o descansos parciales a tú objetivo. El tiempo que te detengas dependerá sólo y exclusivamente de ti.

Si te caes, no es el fin, al contrario para levantarte necesitas primero estar en el suelo. Después de ello todo te lleva para arriba, mientras tú te lo impongas en tu mente.

Por lo tanto si quieres ganar, si quieres obtener la victoria empieza a cumplir tu objetivo ahora mismo, no dejes para mañana lo que puedes iniciar hoy.

Ahora que sabes que todo depende de ti, levántate con toda tu fuerza e inicia el principio de tu próxima victoria, porque esta está cada vez más cerca.

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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.