¿Es posible?
¿ES POSIBLE?
Si tuviéramos que elegir, que es lo que nos gusta hacer en esta vida, elegiríamos todo lo que nos hace sentir bien. Nadie seria capaz de elegir algo que nos cauce malestar, dolor, sufrimientos, angustias, etc. Si fuera este el caso estaríamos entrando al terreno del masoquismo. Pero existen personas que hacen cosas “actividades”, que para nosotros, son cosas que producen malestar. ¿Es posible comprender esto de otra manera, sin tener que pensar en el masoquismo?
Durante mucho tiempo nos asustaban con decirnos que si haces tal o cual cosa “Dios te va ha castigar” y con el transcurso del tiempo esto fue como una “premisa”, hasta personas cultas creían esto, y lo afirmaban, pero lo peligroso era y es, que personas de bajo nivel cultural al escuchar a las “cultas” decir esto, se lo creían también. La Iglesia antigua, no escapaba de esta realidad, con la diferencia que el castigo lo propinaba el mismo hombre en nombre de Dios “La Inquisición”.
Gracias a Dios mismos, y con los estudios teológicos contemporáneos, El mimo se muestra como Dios de amor. Dios Padre. Padre amoroso con sus hijos. Al llegar a comprender y asimilar esto, podemos hacer un ejercicio analógico.
Nosotros como padres, ¿deseamos lo malo para nuestros hijos? ¿Quiero castigar o maltratar a mi hijo? como hijos ¿deseamos hacer sentir mal a nuestros padres con nuestras acciones? Y si hacemos ese mal, ¿siento remordimiento después de haberlo hecho? – quiero mucho a mi hijo, y por ende soy incapaz de hacerlo sufrir. – Quiero y amo a mis padres y también soy incapaz de hacerlos sufrir.
Todas las formas de amor que experimentamos, vienen de Dios. Al nacer, esto viene con nosotros, es de fábrica. Solamente que en su debido momento se va manifestando. Como hijo, como hermano, como amigo, como esposo, como padre, etc. Y todos nuestros actos en diferentes circunstancias también están llenos de este regalo de Dios. Ningún accionar nuestro escapa de este amor Divino.
Entonces, es mentira que Dios te va a castigar, (pero si le va ha dar mucha pena verte hacer algo malo). Es mentira también que dejo de hacer tal o cual cosa porque tengo miedo a que Dios me castigue. El punto es que las cosas se hacen por amor.
Si podemos asimilar esto, podemos también entender que hay momentos en la vida, que tenemos que hacer cosas no gratas para nosotros, por amor. Lo impresionante de esto, es que al comprenderlo tanto, ya no es desagradable la actividad realizada. “Madre Teresa de Calcuta” Analicemos y reflexiones sobre la vida de tantos santos, nos ayudará a realizar todas nuestras actividades pensando siempre que las hacemos por amor.
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Andrés Arbulú Martínez
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