Ley de la atracción - Un cambio de actitud

Cada tanto me consultan: ¿Cómo puedo hacer que me funcione la ley de la atracción, ya que hace tiempo que “hago” lo que dicen y sigo (por ejemplo) sin conseguir trabajo?.

Entonces a esas personas les respondo: En primer lugar no soy la persona adecuada para dar consejos propiamente dicho, porque me sigo considerando un estudiante de esta “ley”, avanzado pero estudiante al fin.

Lo que yo realizo con mis artículos es con mis propias palabras tratar de pragmatizar (tornar más práctico y entendible) los conceptos que vierten otros autores, tamizados por mis propias experiencias, a medida que voy comprendiendo con mayor claridad sus contenidos, para facilitar a los demás el entendimiento del funcionamiento de la ley de la atracción.

Entonces es aquí donde les voy a hablar sobre la actitud que uno debe tener cuando se para frente al cumplimiento de una meta, en este caso por ejemplo, conseguir un trabajo.

Toda la bibliografía dice lo mismo, uno debe cambiar la mente “competitiva” por la mente “creativa”. ¿Qué quiere decir esto?: Que uno debe manejarse no con el razonamiento sino con el corazón, es decir con la “Fe”.

¿Y cómo se logra esto?

Para explicar lo anterior voy a dar primero el ejemplo, de cómo nosotros nos comportamos “competitivamente” cuando buscamos un trabajo:

Uno ante la necesidad de trabajo comienza por leer el diario e ir a las entrevistas de trabajo.

La primera sensación que uno tiene al llegar al lugar, es que hay una cola muy larga de postulantes, para tal vez, sólo uno o dos puestos disponibles.

Y ante ello uno ya piensa negativamente y se dice: “Huuuy, hay mucha gente, seguramente le darán el trabajo a otro”.

Cuando llega el momento de saber el resultado, nos informan que no nos toman.

Obviamente que si uno va con mentalidad negativa, más fácil será que no consigamos lo que deseamos, sin embargo hay personas que van lo mejor predispuestas y tampoco lo consiguen (y es razonable y entendible porque si van 100 personas positivas y sólo hay lugar para dos puestos, hay 98 personas que no lo van a conseguir, por lo menos en ese momento).

El comienzo de este secreto es la perseverancia, el que tiene una mente positiva seguirá insistiendo aun cuando se enfrente a muchos reveses, hasta conseguir su objetivo.

Y volviendo al concepto de la mente “competitiva”, sucederá que cada vez que uno va a una entrevista y es rechazado, la próxima vez que vaya a un llamado de trabajo irá más desanimado.

Aquí entonces es cuando modestamente les digo: “hay que cambiar la actitud”.

Y a partir de este momento es que les voy a dar el ejemplo contrario, es decir actuar con la “mente creativa”

Imagínense por un momento que Dios o el Universo les permite a las personas conseguir su trabajo si cumplen con una regla “mágica”.

Y esa regla mágica es que una persona antes de conseguir su trabajo debe pasar en el lapso de un mes por 50 entrevistas.

¿Qué sucederá contrariamente al que actúa con la “mente competitiva”?

Cuando esta persona sea rechazada sucesivamente, su confianza y fé en conseguir el trabajo irá aumentando proporcionalmente a la cantidad de veces en que haya sido rechazado. Porque esa persona sabrá que por esa “regla mágica”, cuanto más se acerque al número 50, más rápido conseguirá el trabajo.

¿Entienden el concepto? Yo di un ejemplo hipotético de esa “regla mágica”, que para unos podrá ser 50, para otros 100 y para algún otro sólo 5.

Pero el tema es que se entienda que deben tomar ese cambio de actitud, para saber enfrentar lo que al principio nos parece como una adversidad, de tal forma de no tomarlo como algo negativo, sino sólo como un peldaño que nos acerca cada vez más a nuestro objetivo.

Es decir, si a nosotros nos dijeran: ustedes deben hacer esto de esta u otra forma y conseguirán indefectiblemente lo que desean; seguramente uno aplicaría ese procedimiento sin importarle los tropezones, porque al final de ese camino, el “tesoro” nos estaría esperando con total certeza.

Pues bien, esa fórmula mágica existe pero es la siguiente (que les aclaro no es fácil de entender, yo mismo todavía no la llego a descifrarla totalmente, pero cada día me acerco más):

La fórmula mágica no es otra cosa que lo que todas las religiones nos dicen desde hace siglos que debemos aplicar y que se denomina Fé.

¿Ahora como debemos actuar para poder motivarnos en la Fé?

Como he dicho en otros artículos, cuando uno pide algo al Universo inmediatamente este deseo debe ir acompañado de una acción. Y esta acción que no es otra cosa que ponerse a concretar el objetivo o meta que nos propusimos cumplir, debe sustentarse por la “perseverancia” que debemos imponernos.

Porque esa perseverancia permitirá ir engendrando nuestra Fé sobre esa acción o meta programada. Es como un circulo vicioso, a mayor perseverancia, mayor será la Fé y viceversa.

Y volviendo al ejemplo de las entrevistas de trabajo, háganse a la idea de que, cada vez que golpean una puerta para conseguir trabajo y no les responden, piensen que del otro lado está Dios sujetando el picaporte para que ustedes no puedan entrar en ese momento. Pero esto lo hace para permitirles que ejerzan la perseverancia, que es como dije la puerta de entrada para el crecimiento de la Fé.

Es decir, Dios ante esos rechazos nos está ayudando. Ahora, por supuesto nosotros nos tenemos que dar cuenta de ello y actuar en consecuencia, de lo contrario seguiremos con la actitud consecuente con la mentalidad “competitiva”, que cada vez nos hundirá más.

Por lo tanto “el secreto” es sólo tener una “mente creativa” que se desarrolla sobre la perseverancia y la Fé de que todo es posible, si lo deseamos con todo nuestro ser interior.

Mientras ustedes lo intentan yo seguiré humildemente investigando (a través del análisis de mis propias experiencias) para seguir aportando caminos que nos sirvan a todos en el entendimiento de la ley de la atracción.

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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.