Los 3 Desafíos Urgentes Del Liderazgo

Enfrentamos una encrucijada que trae consigo 3 grandes desafíos para los Líderes Mundiales: El cénit petrolero, el calentamiento global y la explosión demográfica. ¿Podremos superarlos?

Las decisiones que se deben tomar para revertir las consecuencias de estos 3 grandes factores, deben ser rápidas y efectivas, pero tienen el inconveniente, de que se requiere de la suma de voluntades férreas, que no estoy segura de que se puedan reunir.

Los 3 aspectos a que me refiero tienen la característica común de que, ya sea por la causa de su aumento o sus implicaciones, se encuentran fuertemente interrelacionadas, además de que su potencial agresivo va en incremento constante y se vislumbran como una amenaza real contra nuestro planeta y las especies que lo habitamos.

Las características de estos tres elementos turbulentos son las siguientes:

1. El Cénit De La Producción Petrolera:

Estamos llegando a un punto llamado el “cénit del petróleo”, que significa que el nivel de producción actual está alcanzando su máximo valor posible, es decir, que será muy difícil superar los rangos de obtención y distribución de combustibles fósiles.

Las energías alternativas conocidas son muy costosas y escazas, por lo que aún no representan opciones viables para las masas, mientras que la investigación en este campo, se mantiene a una escala reducida y excluyente para los países pobres.

Por otra parte, los análisis internacionales están asegurando que la capacidad de producción comenzará a decrecer, por múltiples razones, a pesar de que la demanda se irá incrementando, debido al aumento excesivo de la población y de los requerimientos de fuerza eléctrica, que ello conlleva.

Esto tendrá como resultado una inevitable subida de precios, por lo que, progresivamente, una menor cantidad de población tendrá acceso a los recursos energéticos.

Quienes viven en los extremos norte y sur del planeta tendrán que migrar hacia el centro para obtener climas más favorables y con menos exigencia energética. Lo mismo ocurrirá con quienes habitan regiones de temperaturas muy elevadas.

En consecuencia, esperaremos la venida de guerras por la posesión de los yacimientos y del producto final.

2. El Calentamiento Global:

A pesar de los esfuerzos de grupos como las Naciones Unidas, Greenpeace y otras importantes ONG, este punto ha sido el centro álgido de discusión de varias cumbres de Líderes que se vienen dando desde hace varios años. Sin embargo, su solución aún se encuentra en una etapa de intenciones.

La causa principal de este problema radica en el uso intensivo de los combustibles fósiles (petróleo y carbón) para generar la energía eléctrica que mueve al mundo.

Las secuelas de la continuidad en el uso de los derivados de estos elementos, serían: el surgimiento repentino de violentos fenómenos meteorológicos, tormentas, lluvias torrenciales, deshielo de los glaciares, cambios bruscos de temperaturas, subida del nivel del mar, desertización de grandes extensiones, disminución de la habitabilidad de los territorios continentales, desaparición a gran escala de especies animales y del hombre mismo, forzadas migraciones, etc.

El remedio a este mal debería comenzar por el abaratamiento y la extensión del uso de energías alternativas, para llegar a la necesaria erradicación del petróleo y el carbón, como fuentes de energía, o mantenerlos a niveles manejables por el planeta. ¿Será esto posible?

Sin embargo, los Líderes que están a favor de estas medidas se estrellan contra el poder de los intereses creados alrededor del oro negro, lo que hace más cuesta arriba alcanzar esta titánica labor.

3. La Explosión Demográfica:

Si hacemos un breve recuento, podremos ver que sólo hasta 1.804 se traspasó el umbral de los 1.000 millones de habitantes, es decir, que el hombre tardó 140 millones de años para llegar a un millardo de pobladores, mientras que en los siguientes 205 años, la población ha crecido un 680%, hasta llegar a los 6.800 millones de personas que ocupamos hoy nuestro mundo.

Las estadísticas suministradas por Las Naciones Unidas demuestran que a pesar de que la tasa de crecimiento de la población está decreciendo, se estima que para el año 2.013, cruzará la línea de los 7.000 millones; en el 2.028 seremos 8.000 millones; y para el 2.050, habremos alcanzado la increíble cifra de 9.200 millones de habitantes. Y esta progresión no se detendrá.

Esto significa que en los próximos 41 años, plazo tremendamente breve,  habremos aumentado nuestra población en 2.400 millones de habitantes (135%).

Un dato importante es que en estos momentos, uno de cada seis pobladores de la aldea global vive en la extrema pobreza.

La difícil tarea para los Líderes actuales consiste en dar respuestas a las preguntas:

¿Si ahora que somos 6.800 millones, estamos viviendo esta tremenda crisis económica, qué pasará en los próximos años con ese crecimiento esperado?

¿A qué nivel de hacinamiento nos enfrentaremos?

¿Estaremos preparados todos, incluyendo nuestros Líderes, para resolver estas demandas y otras que se deriven de estos hechos?

¿Seremos capaces de generar trabajo para todos, en tan corto tiempo?

¿De dónde obtendremos el agua y los alimentos necesarios para satisfacer a este elevado grupo de pobladores?

¿Podremos, como raza, subsistir y sobrevivir bajo esquemas dignos de vida?

La incertidumbre es cada vez mayor, sin embargo, los Líderes están obligados a encarar estos problemas efectivamente, pues se nos acaba el tiempo.