Cultura: la gran riqueza de la Guajira y el Caribe (Primera parte)
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Ernesto Sábato: El proceso cultural es un proceso de domesticación que no puede llevarse a cabo sin rebeldía por parte de la naturaleza animal, ansiosa de libertad.
Cuando en alguna esquina de Colombia o del mundo se escucha un vallenato lo que realmente se está expresando es una mezcla de las tres culturas más importantes de América: el acordeón hace alarde de su origen europeo, puesto que cierto día parte de Alemania, cruza el Atlántico y llega a las playas de la Guajira y de ahí, guiado por la vena poética de Francisco el Hombre a los pueblos de toda la Costa en donde, desde entonces, es el compañero inseparable de quienes le cantan a la vida, el amor y la naturaleza.
La Caja inicia su viaje en África, desde donde vino a acompañar la nostalgia de quienes fueron arrancados violentamente de su terruño y de su tranquilidad. Llega en compañía de los esclavos pero se hace libre en su nueva patria en donde de inmediato pasa a ser un elemento inestimable de la identidad regional. Por su parte la guacharaca es el anfitrión de los otros instrumentos, el más humilde en apariencia, pero el dueño de una especial cadencia y de un ritmo singular, representante de la sangre indígena en la música con la cual Carlos Vives puso a bailar medio mundo en años recientes.
El vallenato es solo un ejemplo del sincretismo cultural de nuestros pueblos, una de las riquezas menos reconocidas en el proceso de formación de la colombianidad en sus ciento ochenta y ocho años de vida republicana. Otro ejemplo de nuestra diversidad es la gastronomía.
Los expertos coinciden en señalar unos vínculos estrechos entre los alimentos y la cultura: el trigo europeo, el arroz asiático y el maíz indo americano. En donde se juntan los tres granos se unen tambien sus raíces históricas y culturales, como en el norte de Colombia, por ejemplo. Así las cosas nuestro Caribe Colombiano es indígena pero no solamente indígena; es moreno pero no solamente moreno; es blanco pero no solamente blanco; es negro pero no solamente negro.
La región en donde Rodrigo de Bastidas dio sus primeros pasos como conquistador y en donde el Almirante Padilla se hizo fuerte, es un pedazo del mundo en que el mundo ha echado sus raíces a través de la convivencia y de la coexistencia pacífica de las razas anteriormente mencionadas y también de otras, representadas con dignidad y prestancia por individuos trabajadores y llenos de virtudes para el intercambio comercial como los árabes y los judíos. A pesar de los conflictos que estos últimos grupos raciales tienen en sus lugares de origen, han coexistido con prudencia y respeto en el litoral norte de Colombia.
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Alejandro Rutto Martínez es un prestigioso periodista y escritor colombiano, vinculado como docente a varias universidades colombianas. Es autor de cuatro libros y coautor de otros tres en los que se aborda el tema del liderazgo, la ética y el Desarrollo Humano. Con frecuencia es invitadocomo conferencista a congresos, foros y otros eventos académicos. Póngase en contacto con él a través del corrreo alejandrorutto@gmail.com o llámelo al celular 300 8055526. Visite su página www.maicaoaldia.blogspot.com

Lo bueno que vaya a hacer hoy, hágalo bien, por usted, por su familia y por su país. ¿Ya leíste Maicao al Día?





































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