La profesión docente
El objetivo de la educación es la sabiduría, como bien afirmaba Alfred North Whitehead, filósofo inglés, quién sostenía que, en las escuelas de la antiguedad, los filósofos aspiraban a impartir sabiduría.
Es cierto, la sabiduría es el camino mas corto para la adquisición de conocimientos y de acuerdo a la selección de estos se valoriza nuestra experiencia inmediata.
Solo el dominio del conocimiento que constituye la sabiduría nos dará la tan ansiada libertad para elegir y decidir.
La enseñanza tradicional
En la enseñanza tradicional, era el profesor quién acaparaba el espectáculo, dueño absoluto de su autoridad y jerarquia. Su tarea era impartir datos e información que pasaban directamente por el oido del alumno sin llegar a su cerebro que lo procese y sin dejar ninguna huella ni impacto profundo.
En la escuela tradicional se generaba un movimiento circular vicioso, donde miles de profesores impartían sus cursos, año tras año, para luego medir los conocimientos del alumno mediante un examen y continuaba el círculo con los alumnos limitados a escuchar, callados durante horas, tratando de no dormirse, sin poder entender de qué hablaba el profesor, luego continuaba con la tarea del alumno en afán de memorizar LO NECESARIO para aprobar el exámen y avanzar. Los estudiantes eran asistentes, sin iniciativa y sin poder de reflexión. no participaban.
¿Qué es aprender? Convengamos que, en cuanto a adquisición de conocimientos, una cosa es memorizar y otra muy distinta aprender.
Aprender es acumular experiencia, la misma que deberá ser usada en el futuro, y para esto, se necesita motivación, tiempo y práctica. Aprender no significa acumular datos ni memorizarlos. Se aprende investigando, explorando, probando, haciéndose preguntas, siendo curioso, por lo tanto el aprendizaje es producto de aprender haciendo, cometiendo errores, reflexionando sobre las causas, rectificando para buscar soluciones, con ayuda, por supuesto, de alguien más experimentado. Con esta premisa, se puede afirmar que un buen docente debe: • ser capaz de guiar y aconsejar a los alumnos • debe enseñar a afrontar diferentes problemas • debe manejar a alumnos/personas en situaciones muy complejas En otras palabras, un docente deberá estar presente cuando el alumno tenga dificultades para alcanzar los retos, deberá ayudar en el aprendizaje de habilidades sociales y de relaciones interpersonales. Un buen docente debe enseñar a las personas a pensar induciéndoles objetivos, hacer que fallen las expectativas, ayudarles a entender por qué y facilitarles herramientas para que corrijan su teoría y aprendan. Si el alumno ha aprendido a HACER (desempeño) y no solo a SABER (información), teniendo en cuenta que lo importante es lo que NECESITA saber y lo que le INTERESA, se puede inferir que el DOCENTE habrá logrado éxito en su función.
Fuente:Javier Martínez "El papel del tutor"
¿Ustedes que opinan al respecto?
Por:Carola Pozo Cortez
www.planetaservicioseducativos.com
Lic. Carola Pozo Cortez
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