El afecto

El afecto  es algo que puede aprenderse. De hecho es algo que debe cultivarse a cada instante. Sin amor todas las palabras que podamos expresar, todo el conocimiento que podamos adquirir, sólo serán visiones absurdas en las que enredarnos. Quizás estás entre ese tipo de personas que ha leído una cantidad asombrosa de libros de autoayuda, ha buscado incesantemente entre cursillos  y todo tipo de de diverso material: ¡Estupendo! ¡Bienvenido! Ahora sabes que tienes un profundo conocimiento teórico. Yo lo descubrí hace largo tiempo. Fue en el mismo tiempo en el que alguien me repitió una frase del saber popular: “Lo importante no es lo que sabes, sino lo que haces con lo que sabes”. Como resultado, muchas personas “saben” todos los mecanismos al respecto de cómo y por qué son sus relaciones tal y como son, pero ni siquiera toda esa información envasada  garantiza el éxito en las relaciones familiares. Cada día contacto con personas que saben porqué son así o dejan de ser así, que conocen toda la teoría de cómo deben ser las relaciones con sus hijos, su familia y a que es debido que ellos mismos y sus familiares se comporten así. El origen no se encuentra ni mucho menos a la misma altura que la solución. Einstein lo dijo, y muchos de nosotros lo constatamos a menudo. Si quieres cultivar tu afecto, a día de hoy, empieza por dejar de leer, y actúa. Puedo garantizarte que de otro modo no conseguirás ese fruto deseado. ¿Todavía crees que el cambio no es interior? Si hoy quieres avanzar, si hoy deseas un presente en el que establecer un futuro nuevo, haz algo diferente, no te limites a leer... Ahora, en este instante, es un momento único para proporcionar un abrazo, un beso, una caricia en el pelo de tu hijo, un guiño a tu pareja o una simple sonrisa venida desde la aceptación y la sinceridad. Sin duda, eso va a hacerte aprender mucho más que cualquier libro. Céntrate en ejercer cada uno de tus días un pequeño gesto y verás crecer tu afecto y el de los de tu entorno. Enfoca tu dirección hacia tus pequeños logros y poco a poco dejarán de ser menudos.