Alvarito Gutiérrez

Es que no se puede elegir para el Congreso de la República, a personas que tengan muchísimo dinero en sus arcas personales, como tampoco a personas que no tengan en que caerse muertas. Tiene que escogerse a personas que tengan una profesión, y que lleven una vida modesta y tranquila familiarmente hablando. No se puede elegir a personas como el señor Álvaro Gutiérrez, que si bien es cierto tiene propiedades en el extranjero, y mucho dinero en su haber, “gracias a su trabajo” no puede vivir un vida moderada por su ritmo de vida un poco libertino. Entonces para él, su sueldo de congresista le da risa; y cree no tener la obligación de cumplir horarios de trabajo formales. Esta es la realidad, muy aparte de que cobre su sueldo de congresista trabajando o sin trabajar como tal.

Lo que si queda demostrado, (y el no lo puede negar), es el hecho de que gracias a su cargo de congresista, se está ahorrando en pagar sus pasajes a los lugares en que tiene propiedades, y también se está ahorrando en pagar a personal de servicio doméstico en su domicilio. A lo mejor el pensará que como es una miseria lo que gana en el congreso, de alguna manera se tiene que cobrar “su trabajo”.

Lo mismo ocurre con los candidatos a la alcaldía de Lima Metropolitana. Personas con muchísimo dinero en su poder. Personas con muchas empresas también en su poder. Personas que ven su sueldo de alcalde como una propina. Es  lógico suponer que estas personas que tienen mucho, quieran valerse de su cargo, para tener más.

Al señor Álvaro Gutiérrez, le da lo mismo si es, o no es, congresista. El ya sacó provecho de su cargo, no le interesa perder su curul; lo que le interesa es sacar el máximo de provecho, al tiempo que le queda en este cargo. Lamentablemente esa es la mentalidad del 90 % de los congresistas.

Hay un lógica que se podría emplear para elegir a nuestros representantes tanto ediles, congresales, o presidenciales. Los postulantes a estos cargos públicos con mayor poder económico, se verán envueltos en luchas frontales, para desprestigiarse unos a otros; y sin querer, esa lucha servirá de caldo de cultivo para los medios de comunicación, que también sin querer, le brindaran toda la publicidad posible al mencionar estas luchas. Entonces, habría que fijar nuestra atención en los que presentan un perfil bajo, aquellos que por vivir una vida modesta y tranquila, pasan desapercibidos para los medios de comunicación. No quiero tomar partido todavía, pero para los comicios ediles, hay una persona que tiene estas cualidades, a mi parecer, y que podría hacer una buena labor como alcalde. Pero como digo no quiero tomar partido; solamente quiero, incentivar a la reflexión, para la elección.