El abuso y el escándalo
La Iglesia Católica se encuentra ahora en el centro del huracán. Las denuncias por aquí y por allá de los abusos cometidos por algunos clérigos y representantes de la misma, pareciera que han cobrado proporciones extraordinarias. Sin embargo, por todos sabido y conocido, pero por qué en este momento, el abuso sexual hacia los menores cobra relevancia?
Ese abuso se ha sabido y se ha denunciado por años y años, sin embargo, las autoridades eclesiásticas siempre lo han negado. Es en este momento de la historia en el que todos se escandalizan por tales eventos. Es importante reconocer, que no set trata de todos los integrantes de la Iglesia Católica, porque entonces nuestros juicios nos orillan a tener un juicio poco realista de la situación, se trata de algunos curas, de algunos grupos ortodoxos de la Iglesia que de alguna manera, se encuentran identificados con la parte más dura de la misma. Lo cual parece de entrada una contradicción por la doble moral que entraña.
Sin embargo, y no deseo, por ningún motivo, menospreciar la trascendencia de los hechos. La iglesia es una Institución que promueve valores y por otra, que en el seno mismo de algunos de sus integrantes los hecha por tierra. Las condiciones de abuso sexual, moral, psicológica, es una condición que no solo tiene que ver con la Iglesia.
El abuso se encuentra por todas partes en las relaciones humanas, pareciera que la construcción de los vínculos se encuentra siempre matizada por dichos abusos. Mujeres, niños, ancianos, homosexuales, personas con capacidades diferentes, fenómenos como el Bullying, ahora aparece en las escuelas. El abuso no es una condición moderna, siempre ha existido y por ello, un gran derrame ha habido a través de la historia.
El abuso se refiere a ejercer cualquier tipo de control y causar daño a alguien a quien se le considera inferior. Son relaciones que llevan un desequilibrio estructural y relacional; en el que abusador, por medio de diversas tácticas que pueden ir desde la seducción, la violencia y la amenaza obligan, fuerzan y explotan a otro en condiciones diferentes, para realizar actos para sus propios fines.
Lo más escandaloso no es el abuso sino las marcas y cicatrices que deja en la víctima. Las consultas de los psicólogos y médicos se encuentran plagadas de casos de víctimas de abusos. La construcción de una identidad, de una autoestima y de un autocoencepto no puede correr sanamente a la par de sentimientos de vergüenza, humillación y miedo.
En situaciones de abuso las personas que lo inflingen llenan de terror y miedo a las víctimas para que no denuncien, hablen o comenten. Generalmente existe otro adulto que es cómplice del asunto y que tampoco es capaz de alzar la voz. Los niños no cuentan con recursos psicológicos y de defensa que les permitan comprender y entender lo que les está sucediendo. Además de que es un acto violento frente a su psicología en desarrollo.
Uno de las condiciones por las cuáles el abuso se perpetúa es el silencio. Por ello, me parece muy importante sacarlo al descubierto, pero no como un escándalo, sino como una realidad que requiere de atención, intervención y tratamiento que lleve por un lado, al a que los abusadores reciban el castigo y tratamiento que requiere, además de establecer modelos preventivos contra el abuso. No basta con denunciar y también tratar de tomar ventaja al respecto. Las cartas de disculpas llevan solo a dar un paso más adelante, el reconocimiento por parte de las autoridades eclesiásticas, no cura ni las heridas, ni las cicatrices del abuso.
Es necesario que los niños también conozcan cuáles pueden ser esas condiciones por las que pueden atravesar, pero la realidad es que nos mantenemos en silencio, o peor aún, a veces ni siquiera les escuchamos o creemos…
Se requiere de reformas que van más allá de lo mediático de los medios de comunicación. Lo que está en juego es la experiencia de vidas humanas que son trastocadas y que muchos de ellos, no podrán jamás superar esas condiciones. Con qué derecho un adulto, cualquiera que sea su categoría o condición social, es capaz de trastocar la experiencia de un niño o persona en desventaja para satisfacer sus fines.
Este es un llamado no solo a la Iglesia, también a los padres de familia, por qué esos niños no sienten la confianza para delatar cualquier irregularidad. Los abusos presentan desde sus inicios una serie de factores que permiten detectarlo, pero nadie se da cuenta, porque creemos y confiamos que nuestros hijos están bien en esas escuelas. Pero también es cierto, y quizá más difícil de reconocer, que probablemente el abuso también se encuentra en casa, y a nuestros hijos no les damos ni voz ni voto?
Es necesario repensar nuestros modelos sociales y las maneras como estamos construyendo a nuestros niños, no olvidemos, que son las nuevas generaciones, que mañana serán padres o líderes para conducir el país. Esta es una tarea que nos atañe a todos…
Sí usted o alguien de su familia ha tenido una situación de abuso, no dude en consultarnos, las víctimas del mismo requieren de tratamiento y nosotros podemos brindarlo..
Gracias por leerme mi misión es la calidad de vida emocional
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Ana Giorgana
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