Misionología 01
En el año 2001, tuve la oportunidad gracias a Dios, de estudiar “Misionología” materia nueva relativamente dentro de toda la gama de disciplinas en los estudios teológicos. Seis meses duraron los estudios, en los cuales aparte de la bibliografía obligatoria, teníamos clases dictadas por diferentes profesores expertos en la materia. Cada profesor al final de sus ponencias, que duraban varias semanas, hacían una evaluación en forma de examen, y esos puntos se contabilizaban para el final de los estudios. Al final de los estudios, cada alumno en forma personal tenía que preparar un trabajo final sobre la materia, y ser aprobado por la junta de profesores para el respectivo diplomado.
Para facilitarme el aprendizaje de los estudios de esta materia, adquirí una grabadora portátil de periodista, con la cual grababa las clases dictadas por los profesores. En esta oportunidad quiero transcribir textualmente algunas de ellas, porque sobre todo, el objetivo principal de todos estos estudios era ese: Poder difundir y expandir este maravillo mensaje. Entonces esta es la primera entrega para todo aquel que lea estos artículos.
La primera parte estuvo a cargo del profesor en teología experto en “Misionología” Ángel Gómez. El tema fue: “Fundamentos Teológicos de la Misión” Y esto fue lo que dijo:
“Señalando algunas consideraciones generales sobre una perspectiva histórica sobre el estudio de la Misionología en el ambiente católico. La Misionología nació en el ambiente protestante, con el tema del ecumenismo. Los católicos llegamos después en estos temas. Pero ¿Qué es la teología? La teología es una reflexión sistemática y rigurosa, sobre la Palabra de Dios revelada al hombre. Porque el Dios cristiano es un Dios revelado. El cristianismo en una religión revelada o sobrenatural. Significa entonces que hay dos tipos de religiones. Hay una religión natural, y la sobrenatural o revelada.
Religión natural, significa que, a lo largo de todas las culturas y gracias a los estudios de antropología cultural, observamos que todos los grupos humanos de todas la culturas, siempre hay una ilusión religiosa en cada una de ellas. Entonces el hombre naturalmente a buscado relacionarse con una divinidad, un ser supremo. La palabra religión, viene del verbo latino “religare” que quiere decir: estar atado, estar relacionado con una divinidad, (practicas rituales)
El cristianismo no es una religión natural, es una religión sobre natural o revelada. Significa que el Dios cristiano es un Dios que se ha revelado como un Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y el centro de la unión de estas Personas Divinas es el amor. Y que se ha revelado por Divina Voluntad. Libremente se ha auto manifestado al hombre. Dios tiene la iniciativa de comunicarse.
Características fundamentales de revelación del Dios cristiano: 1.- Se ha revelado libremente, y por amor al hombre. 2.- Se ha revelado en la historia del hombre. 3.- Se ha revelado de una forma progresiva y pedagógica. 4.- Llega a su plenitud y culminación en Jesucristo.
No existe revelación cristiana sin historia. El Dios cristiano en términos populares, no se revela de porrazo. Se revela de un modo progresivo y pedagógico en la historia de los hombres. Estas cuatro características son el presupuesto de la Misionología.
Este Dios que se ha revelado al hombre, y este hombre que por supuesto lo acepta por la fe. El hombre creyente, somos aquellos que hemos acogido, hemos asentido libremente el contenido de la revelación. Y se suscita en el 3 aptitudes que son fundamentales, y que yo lo llamo “La teología del creyente” 1.- Contemplación (espiritualidad) 2.- Reflexión, conocer (Teología) 3.- Anunciar, comunicar (misión)
Ante la grandeza de este Dios que por amor se revela en Jesucristo, en el creyente se suscita en él una aptitud de contemplación. Hay este deseo de este hombre, de querer responder también amando a este Dios.
Busca el creyente conocer a este Dios que se ha revelado. El contenido de esta revelación, sabemos que en teología católica se encuentra en La Sagrada Escritura, y en la tradición viva de la Iglesia. El creyente busca profundizar; conocer este dato revelado, el contenido de esta revelación. Eso es Teología. La teología es esa reflexión del creyente que en comunión con la Iglesia y en fidelidad y obediencia al Magisterio de la Iglesia, busca reflexionar y conocer a ese Dios cristiano. (Nadie se dispara por su lado)
Anunciar, comunicar a los demás, aquello que ha contemplado, aquello que ha conocido. Primera carta del Apóstol San Juan: “Lo que hemos visto, lo que hemos oído, lo que hemos tocado, contemplado. Eso se lo anunciamos a ustedes, para que estén en comunión con nosotros, para que crean”
Nadie puede atreverse a estudiar teología, para quedarse solamente en fundamentos teológicos. O conocer como se ha desarrollado el dogma, o profundizar, o llegar a conocer como se ha llegado a la elaboración de una formula de fe; para allí quedarse.
Es necesario anunciar y comunicar a los demás aquello que se ha contemplado, aquello que se reflexionado, y que se sigue reflexionando. Teología y misión, son necesariamente interdependientes, la una exige a la otra.
Nosotros tenemos un dato revelado, desde la misión estudiamos: Misión: 1.- La misión en la Sagrada Escritura. 2.- La misión en la tradición (Padres de la Iglesia) 3.- La misión en el Magisterio a).- Conciliar b).- Pontificio c).- Episcopal (Iglesias Particulares)
Nosotros vamos a hacer teología de la misión, estamos siguiendo este método teológico progresivo.
La Sagrada Escritura, toda esta escritura, tiene esta única característica. Todos los personajes Bíblicos siempre son elegidos por Dios, consagrados por Dios, para realizar una misión específica en orden de la Salvación del pueblo de Dios, y por consiguiente también de la humanidad.
Esta estructura funciona en todos los personajes bíblicos. Desde Abrahán, hasta los Patriarcas, y hasta Jesús.
La tensión que hay entre particularismo y universalismo. Eso se aprecia también en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Ustedes saben que Israel estaba en constante tención entre particularismo y universalismo. En ese deseo de considerar a YAVEH como Dios de Israel, y nada más que de Israel. Los otros pueblos son los pueblos paganos. Y es una cosa que a Israel nunca le fue fácil aceptar; que YAVHE era Dios de todos.
En el Nuevo Testamento, cuando vemos que hay este deseo por parte de la Iglesia Primitiva, de centrar primero la evangelización del mundo judío, y después a los paganos. Quién va a romper esta tención es San Pablo, y luego Pedro entiende.
Andrés Arbulú Martínez
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