Historia de libros Fotocopias
Los estudios de Medicina, siempre han sido considerados caros, onerosos y esta era una limitante para muchos jóvenes, pues siendo los estudios gratuitos por que era una facultad pública, la discriminación era por los libros caros, además había poco presupuesto para que las facultades adquieran libros en cantidad adecuada para prestarlos a los estudiantes, este préstamo funcionaba, existía, pero era por horas y en el mismo ambiente de la biblioteca, era un servicio muy limitado.
Alrededor de las facultades de Medicina había señores que vendían estos libros de diversas editoriales, en Trujillo se llamaban Padilla, Samamé, quienes daban facilidades, pagábamos por cuotas, es decir pagaban nuestros padres… ¿recuerdan?, pero sí que eran caros.
En 1976 aparecieron en Lima, las primeras Fotocopias , un grupo desconocido de Ingenieros y estudiantes de la UNI, había realizado las primeras fotocopias, al inicio eran en papel de mala calidad y medio borrosas, aún así fueron rápidamente compradas por los alumnos, poco a poco se fue mejorando la calidad de las fotocopias, que eran realizadas de manera clandestina, pues era una actividad ilícita, el fotocopiar un libro original masivamente y venderlo…las editoriales temblaban, los fotocopiadores también, los alumnos gozábamos.
Ese mismo año, tomé contacto con un bachiller de ingeniería, del grupo fotocopiador y lo invité a Trujillo para estudiar el tema de las fotocopias, yo pensé que nunca iría a Trujillo y desde el CEM pensábamos viajar a Lima para comprar dichas fotocopias y venderlas a los alumnos de nuestra Facultad, sin embargo el señor Lopez… ¡ llegó a Trujillo!, lo recibí y nos fuimos a almorzar al “Norteño” (avenida Miraflores) junto a Humberto Liu, también directivo del CEM, conversamos y transamos en vender dichas fotocopias en Trujillo, bajo el auspicio del CEM, en Lima así lo vendían para evitar represalias legales, pues la editoriales ya se habían percatado de la emisión de estas fotocopias, pues ya nadie fiaba los libros originales, todos compraban fotocopias que eran una propina, una nada, al lado de los originales.
El CEM apertura, para estos fines, la Librería “ Dr. Hugo Pesce”, en un ambiente que quedaba atrás del Casino de Estudiantes y estaba bajo el resguardo del señor Basilio, en este lugar se iniciaron las ventas de las fotocopias, lo que fue un éxito impresionante, como lo había sido en Lima, el señor López llegaba con sus libros y se vendían en un mismo día, el señor este se regresaba a Lima y de ahí a esperar hasta una nueva venta, pero la demanda era masiva, así que decidimos comprar remesas de libros y los vendíamos nosotros pero todos los días, el encargado era Juan José cruz Venegas, dirigente del CEM.
Una noche, en las primeras ventas, cuando ya se estaban acabando las misma, en el local mencionado, ingresaron dos sujetos con revolver en la mano a asaltarnos, estaban encapuchados y se fueron directamente contra el que tenía la plata, que era el señor Lopez, lo golpearon con golpes de Karate y se llevaron toda la plata, además golpearon al Compañero dirigente Marco Cieza y el suscrito, Juan Tafur que estaba ahí, salió unos minutos antes, a partir de este asalto, las ventas fueron siempre de día, pues además este señor López fue golpeado cerca a Chincha suyo, otra noche, cuando se aprestaba a abordar el bus que lo llevaría de regreso a Lima, en las oficinas del CEM, siempre recibíamos llamadas anónimas amenazándonos, incluso de muerte, si es que seguíamos vendiendo fotocopias…pro supuesto que seguimos vendiendo fotocopias a nombre del CEM y como institución y los fondos obtenidos servían para hacer funcionar la red social de 13 Postas Médicas que el CEM tenía en diversos “Pueblos Jóvenes” de la ciudad, tipo Rio Seco, Gran Chimú (Porvenir), Bellavista, el Milagro, Jerusalén (La Esperanza),”20 de Abril”, “Juan Velasco”(Alambre) y otros más
Esta la historia de la venta de Fotocopias en las Universidades de Trujillo, hoy en día es algo común comprar las fotocopias y se desconoce estos orígenes y sus actores, los grandes riesgos, amenazas y golpizas que recibimos, sólo a cambio de ofrecer estos libros baratos a nuestros compañeros, sólo el afán de servir nos guió para instalar en Trujillo la Venta de Fotocopias desde 1976.
Miguel Palacios Celi
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