Con tu guitarra en la Revolución
Mi abuelo te criticaba, padre mío, pero una vez teniéndote en frente se callaba en todos los idiomas y solo se embelesaba al ver a su hijo el más hermoso de todos y el heredero de la tradición de nuestras naciones. Me acuerdo que el abuelo se chanceaba ante todos sus hermanos y gente de su ciudad de la hermosura de su hijo, y de la bella voz con que cantaba, que en Santiago de Chuco le conocían como el ruiseñor de los andes. Cuando llegaba Yupanqui, el hijo de don Gerardo era invitado en las mejores casas de la ciudad, solo para escuchar su melodiosa voz, que muchos la comparaban mejor que la de Jorge Negrete y otros cantantes mejicanos que estaban por moda en esos tiempos.
Las mejores y mas bellas mujeres andinas querían desposar al Sapa Apu Raptin; pero mi abuelo le dijo a mi padre si te casas con una criolla te desheredo, no te doy nada. Pero no obedecía y tuvo una hija en una criolla; creo que mi hermanita se llamaba Margot, solo se que su abuelo era un general de la policía nacional que no quiso a mi padre por ser de descendencia indígena. Por ello mi abuelo se alegro, cuando supo que no prosperó esa unión.
Por ello le consiguió dos esposas; una principal que fue mi Madre que tenia por ascendencia paterna a Mama Huaca y Yahuar Huacac por Paterno y a una indígena de la nación cullie. A esta secundaria esposa la conocí y era muy humilde, pero altiva por haber sido la esposa de un linaje sagrado de nuestras naciones. Hasta ahora ellos guardan el sepulcro de mi Padre y están pendientes de que no le falte nada, Tanto ella como sus hermanos. Mi abuelo se regocijaba cuando mi padre iba al hato de sus animales y sacaba vacas, caballos o llamas para venderlos. Su segunda esposa le recriminaba y le reclamaba, pero mi abuelo le respondía: Todo lo que tengo es de mi hijo.
Ella con la rabia encendida le devolvía a decir, pero acaso estos que tengo no son tus hijos. Y el con la mirada furiosa le respondía: Quizás no, como quizás si, pero el es mi hijo elegido pues es mi hijo sagrado y tu no eres de mi familia el es solo de mi familia, pues se engendro en el seno de mi raza, de mi pueblo, de mi marka, de mi panaka. Y si él viene a llevarse algo, es por que es de él solo de él. Ella regresaba a su cocina echando fuego por todos los poros.
Algunos amautas y mamaconas me hablaban que ella había llamado a los brujos malos y renegados de nuestra raza y naciones para que le hagan mala brujería para que deje de existir. Yo nunca les creí, ya que mi padre murió por lo que pensaba, por lo que había escuchado de la boca de uno de sus paisanos. Pero mi abuelo desde ese día empezó a tomar mucho; su segunda mujer me llamó por lo que estaba haciendo ya muchos años. Desde el día que supo que murió su hijo se puso a tomar y nadie podía detenerlo. Cuando fui a visitarlo, yo tenía ya catorce años y me presente en sus tierras y le dije: Padre por que haces eso, si mi padre se fue, yo estoy aquí.
Allí me contó que le había dolido que mi padre hubiese seguido a ese gringo horrible (Se refería a Luis Felipe De la Puente Uceda) un Criollo que se había apropiado de su pueblo y sus tierras a través de sus padres, que no era posible que un criollo horrible este por encima de un hijo de la mas noble Panaka. Aborrecía a ese guerrillero por haberle quitado a su más noble hijo, tal como el lo consideraba así. Me mencionó por primera vez, los muchos secretos de nuestro pueblo y naciones; solíamos conversar días enteros y mi abuela a veces se molestaba, pues ya ella no quería saber nada de él. Solo quería hacer de su nieto, lo que no puedo hacer de su hijo tal como las tradiciones lo convenían. Por fin pude convencer a que ya no tome y decidí seguir el camino que en ese momento estaba convencido seguir. El convento. Para mi abuela creía que ése era el modo de poder conseguir que nuestro pueblo rescate sus tradiciones y su poder. Yo también así lo creí, pero no vi que entraba a un poder mas pernicioso, que el poder de los criollos que seguían sojuzgando a nuestro pueblo por cientos años y que ahora habían convertido a mis hermanos en zombis, que ni siquiera recordaban quienes eran. Muchos y Millones de ellos se creen blancos, criollos, pero su piel los traiciona, tal como es el caso del alcalde de Trujillo. Un indio neto, neto como dirían, pero que su cara y tamaño lo delata como indígena Cajamarca. Tupac Isaac II Juan Esteban Yupanqui Villalobos http://juanestebanyupanqui.blogspot.com
Túpac Isaac II Juan Esteban Yupanqui Villalobos http://juanestebanyupanqui.blogspot.com
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