Viviendo en la Educación Holista

Ha habido sucesos muy fuertes que han marcado singularmente mi andar por este mundo, sin embargo, puedo decir con toda la certeza, que mi vida se divide en dos periodos, antes de la maestría y después de la maestría; mi experiencia en y desde ella es primordialmente espiritual y redunda obviamente, en toda mi vida, a todos los niveles.

Lo que me atrapo de esta especialidad fue la palabra holista, que podía decir que en términos muy generales entendía su significado, sin embargo, en realidad, específicamente y a profundidad, no sabía que quería decir, mucho menos su implicación o alcance.

Me quede tanto en el término que solo semestres después me percato de que está dedicada a profesores. Para entonces ya estaba muy involucrada e interesada. Pese a que en la práctica académica y experiencia docente me era muy difícil seguirles el paso, la trama en que se entretejía y se exponía todo la estructura de la maestría, era por demás interesante, especialmente el aspecto espiritual, área que era todo mi interés y en la que me enfocaba por completo.

He de recordar que llegue con un caos interno enorme que si me era claro, y con sufrimiento, angustia y desesperanza tal que ni yo misma era consciente de ello; por tanto las dudas, preguntas e inconformidades se sucedían unas a otros constantemente. He de reconocer que no soy fácil y menos en tal estado de caos y por ello quiero agradecer toda la paciencia y atención brindada, durante toda la maestría, pero especialmente en los primeros dos semestres; gracias a este amoroso sostén las primeras presenciales, aunque dolorosas, fueron de una profunda luz, muy liberadoras.

Este ámbito de experiencia ha sido para mi muy especial, pues aunque no me es difícil ir hacia mi interior, en este espacio, la interiorización se da de forma asombrosamente suave y profunda, hecho que se ha instalado ya en mi vida de manera permanente.

Mi crecimiento en todos los niveles y aspectos ha sido enorme, sin embargo no me es posible especificar ni colocar lo que sucedía en cada presencial, así que trataré de decir en forma general, los cambios mas significativos y con el orden que recuerdo se dieron.

Durante las primeras presenciales las aguas se desbordaron y mi pequeño río se limpio lo suficiente como para que el resto de las aguas fuera fluyendo con mas suavidad y entrara agua limpia y dulce a su cause. Actualmente me doy cuenta que en los primeros semestres la información que se nos dio, el acomodo de las materias, la forma en que se impartían especialmente durante las presenciales, es magistral, me sacudían enorme, me sentía como el acero en proceso de temple; en algún momento estábamos debatiendo cosas que propiciaban el quehacer mental y cuando estaba pronta a entrar de lleno en el continuábamos con la interiorización o bien con el aterrizar lo visto en hechos concretos de la propia vida, era un ir y venir de un ojo a otro, de afuera hacia adentro o a la inversa, que no había mas que vivirlo, los esquemas no servían y  tampoco se podían ver con claridad.

De las primeras lecciones que para mi aun son invaluables son las que exponen el desarrollo de la ciencia y la formación de la visión mecanicista-cientificista, cuando lo entendí, me agarre de ahí y ha sido la punta de la madeja que inicio el orden interno y externo, el cúmulo de conocimiento y experiencias que traía enredado empezó a acomodarse y me metí de lleno en ello, inicialmente, quise hacerlo desde la cabeza, no fue posible, lo tuve que soltar.

El primer semestre fue mas difícil que el segundo, de hecho a la mitad del segundo ya había soltado muchísimo el pensamiento como elemento desde donde veía la experiencia en la que me encontraba, las reuniones semestrales consolidaron esa actitud, para la segunda sesión presencial del segundo semestre, el conflicto y el sufrimiento había disminuido en un 80%, el grado de comprensión del holismo, comparado con el inicio era bastante mayor y el trabajo conmigo misma estaba tomando un hermoso cause, incluso me sentía con ganas de comunicarles a todos mis descubrimientos y entendimiento, sin embargo cuando hablaba individualmente con algunos amigos al respecto me daba cuenta que aun no me era posible comunicarlo con nitidez, respecto a las relaciones intra e interpersonales así como con el entorno empezó a ser mas suave y fluido; aun tenia en mi prisa y gran actividad mental, pero estaba mas abierta y dispuesta a la experiencia y la ecuanimidad estaba en mi, este estado fue muy importante porque a final de ese periodo me quede sin empleo, hecho que me daba la gran oportunidad de concretar un gran anhelo: soltar uno de los mas andes apegos en mi vida, sin embargo me daba pavor; entre en un trabajo personal muy fuerte y profundo, gracias al orden, aún insipiente que había logrado por el trabajo en la maestría y la ecuanimidad que ello me dio, Salí a flote con mas rapidez, claridad y fortaleza de la que me hubiese imaginado, el proceso fue casi todo el tercer semestre, este tiempo me mantuve permanentemente hacia adentro, en profunda introspección, autoanálisis, autoobservación y trabajo interno, -en el cuerpo emocional, físico, mental y espiritual- constante y consciente, veinticuatro horas al día y que más que una desición fue una necesidad profunda del ser, que se vio muy apoyada por el trabajo en la maestría con el que además me di cuenta que el espíritu siempre actúa en nuestras vidas, con estas actividades y avances me percate de la importancia y la labor profunda que me había dado un trabajo de meditación que fui construyendo, aparentemente sin guía, en el trabajo con mis emociones y apegos.

Antes de ingresar a la maestría, dos años atrás, aproximadamente, había desarrollado un método de meditación para trabajar mis emociones y apegos a fin de resolver algunos conflictos con personas donde trabajaba, lo hacia casi todo el día, desde que me levantaba hasta que me acostaba, no requería estar apartada ni sentada, incluso ni siquiera en silencio, aunque procuraba hablar lo menos posible y mantenerme en autobservación permanente, atenta a mis emociones en la interacción con el mundo y el apego o motivos que los originaba en mi. Cuando leí la meditación Vipassana, fue muy esclarecedor, otra parte de mi realidad se acomodaba y tomaba otro sentido, me di cuenta que eso era trabajo interno, que en ese momento además, facilitaba mucho la comprensión de diversas cosas de la práctica espiritual que Ramón nos explicaba en las reuniones presenciales, sin embargo mi natural grado de exigencia me seguía diciendo que no trabajaba; poco a poco, con las reuniones grupales de fin  de semestre, principalmente, esto fue cambiando y la forma de verme a mi misma fue mas compasiva y amorosa, el verdugo implacable que me exigía desde el interior fue desapareciendo a lo largo de la maestría.

Las experiencias que he tenido son fundamentales, primero, la mirada al interior, el inventario de las propias vivencias, la forma, el cómo, el para que del andar por la vida, esta forma de llevar siempre a la practica en mi lo aprendido, no lo veía solo era mi forma de aprender, misma que a veces me conflictuaba, me di cuenta que eso me ha permitido el ejercicio del discernimiento y que a el se debe que pregunte tanto, a mi y a los otros, también me di cuenta que mi vida, aunque en el esquema mecanicista, el enfoque que he tenido de ella, no ha sido cientificista cien por ciento, esta plagado de espiritualidad, solo que no me había dado cuenta, me siento sumamente agradecida por que se me ha facilitado ver la riqueza de mi vida y de la vida, en este proceso de crecimiento, el desapego de cosas que me preocupaban, de personas de expectativas, etc. se ha dado casi sin sentir, aunado a el la certeza en mi esencia a crecido muy firme y me llena

Me es realmente muy difícil exponer el recorrido andado hasta donde me encuentro actualmente, solo se que permití, me mantuve en apertura total y en la actualidad, mi vida esta llena de espiritualidad, la puedo sentir con claridad por dentro y por fuera, puedo vivirme ser espiritual, vivir esta consciencia y sin embargo no puedo explicarla, solo puedo decir que ES.

Tratare de continuar compartiendo lo que recuerde de cada semestre. El trabajo de autoconocimiento ha estado presente a lo largo de todo este estudio, pero a partir de la segunda mitad del segundo semestre, todo el tercero y mitad del cuarto ha ido cobrando cada vez mayor nitidez, me di cuenta que ya contaba con cierta disciplina en ello y eso me ha ayudado mucho para simplemente seguir la línea,  en esta claridad jugaron un papel fundamental los escritos sobre budismo que contienen las antologías pero más aún las platicas y meditaciones con Ramón, el ejercicio de la presencia plena, que había conocido como percepción unitaria, también considero que el hecho de tener o haber entrado enfocada primordialmente en el ámbito espiritual, me fue de gran ayuda, de hecho muchas ocasiones me perdía, pues mientras los compañeros estaban enfocados en su práctica docente y los conocimientos vertidos, yo tomaba solo lo que se refería a la contemplación, muchas veces eso me conflictuaba enorme, pero la paciencia de los profesores y de los compañeros me impulsaban, no sin renuencia de mi parte, a centrarme en la educación holista

Actualmente me siento muy estable, con mucha claridad mental, el conocimiento espiritual se ha acomodado, esta depurado, en orden, con coherencia y dirección, me siento con mucha paz, mesura, aceptación y disposición para hacerme cargo totalmente de mi vida, de hecho hace años que tenia ya la decisión de tomar en las manos las riendas de mi vida, pero no tenía la fuerza, el valor ni el orden interno para hacerlo, ahora, en este año y medio, el universo a conspirado a mi favor, el orden interno está, con el la conciencia para tomar las decisiones que en otras circunstancias me habrían aniquilado y que por cierto ya se tomaron sin mayores consecuencias, muy por el contrario, me siento liberada, con certeza total. Mi visión de la vida es completamente holista, así me vivo, perfeccionándolo cada día

Una de mis debilidades es el gran amor, devoción y entrega a la espiritualidad que aunada a otra debilidad, estar sola, me lleva a periodos de aislamiento, muy enriquecedores y que dan mayor estabilidad a mi vida emocional, pero se que no me debo de olvidar que la vida, también esta afuera y es menester estar en ella.

Las prioridades de vida, actualmente son: terminar los estudios formales que estoy realizando, es decir la maestría y el diplomado, reiniciar por cuenta propia y de manera más formal, disciplinada y a fondo, la práctica clínica en salud holista, obviamente, desde la continuidad de mi desarrollo espiritual, releer los textos de la maestría hasta lograr un excelente dominio de la parte teórica-metodológica, a la par de continuar con las pláticas a profesores, alumnos y todo aquel interesado en la educación holista.

He de aclarar que el propósito primordial de aprender bien este enfoque es por el orden que me ha dado a lo largo de la maestría, la claridad mental, la forma en que me ha ayudado a integrar todo el conocimiento que tenía, como lo ha enriquecido y depurado, poniéndole también orden. Definitivamente es para compartir, además de que con ello aliviaría mucho el dolor que me causa el sufrimiento de los otros. Igual y otro de los objetivos de pretender manejar “al derecho y al revés” este planteamiento es entender el proceso de la maestría, lo he vivido muy rico, pero el proceso ha estado invisible, me gustaría hacerlo visible, disfruto sus resultados, sin embargo no puedo responder a la pregunta: cual ha sido la reunión más memorable o de mayor luz espiritual, todos han sido gloriosos y de enorme claridad espiritual, incluso, en aquellos en que las sesiones de conocimiento que llamo paja, han sido un poco más amplios, la comprensión conceptual, metodológica, me ha costado trabajo, especialmente porque cada cosa que se veía, en cada Messenger, en cada sesión presencial, invariablemente primero va hacia adentro, tengo que vivirlo e integrarlo a lo que ya esta ahí, a veces se da en automático, a veces no, tengo que regurgitar y rumiar un buen tiempo hasta que se logra integrar, soy lenta pero segura.

Una de las sesiones presenciales que recuerdo particularmente es  aquella en la que el llanto se desbordó a pesar del esfuerzo por contenerlo, fue doloroso, pero de gran claridad, no se que paso, en lugar de ir, al llorar, hacia fuera, me llevo hasta lo más profundo de mi, con claridad y conciencia impresionante, pude tocar el caos que me ahogaba, el desaliento, la profunda desesperanza que tenía, el anhelo de lo inefable que estaba por abandonar, el cansancio moral que ya no podía sostener, con ese llanto se dio un alivio tan grande, suave y sencillo que me impresionó, no fue un momento catártico, esos los conozco a la perfección, fue de sanación, y lo agradezco infinito, ahora que lo rememoro, puedo sentir, casi tocar, la paz y el amor que lleno ese vacío que hizo la consciencia de lo que pasaba en mi, es como si todo lo que ahí había se hubiese trasmutado.

Insisto, cada sesión presencial, para mí ha sido asombrosa; particularmente en la maestría, las resistencias, los atores, los apegos, condicionamientos, son tangibles, puedo sentir como están enquistados, son como costras que no podía quitar, y en cada sesión he podido ver, sentir, como se desbaratan, se deshacen, a veces volteo y ya no están, ha habido ocasiones que al regresar al DF, comentando con Marce la teoría que se dio, hay partes que simplemente no recuerdo, sin embargo, interiormente estoy muy descansada, en paz, con nuevos bríos para continuar y algo en la visión de la realidad cambia, algo se rompe, no se explicarlo pero por ejemplo, ya no hay rutina en la realidad, nada es monótono, auque se continúe en las actividades de siempre, el aprendizaje es fluido y constante, antes eso sucedía ante un hecho extraordinario que rompía con la rutina, ahora no, ahora se mantiene y cada sesión presencial lo alimenta.

Al principio me angustiaba sentir que no había entendido toda la teoría, que no había hecho buenos apuntes por atender a lo que se decía, por no tener experiencia docente, estos eran unos de esos atores que mencione y que traían una gran cola, ya no me angustió, permito, me vivo y dejo que las cosas sucedan, me siento con gran apertura y calma, con ecuanimidad.

Otro suceso que me quedó muy marcado ocurrió, después de una presencial. Cierta tarde, casi para terminar de comer, veía a la calle a través de la ventana, me sentía muy en paz, de pronto sentí un gran silencio y mucha armonía, había ruido en la calle, gente platicando, niños jugando, sin embargo se sentía silencio, era una sensación física e interna, diría Wilber “un solo sabor”, desde mi experiencia diría es “un solo sentir”, pude sentir que todo esta unido, no me causo asombro, era revivir algo que tengo bien conocido, era como un fluir total, armónico, totalmente conciente de mi, sentía todo mi cuerpo, por dentro y por fuera, los órganos, las emociones los pensamientos, podía incluso verme y a la vez estar en mi, era como un todo energético una sola “cosa” sin límites, incluso el ruido de la calle era armónico, empecé a repasar apegos, los que considere  que solté, los que no estaba segura y los que aún tengo, los dos primeros efectivamente ya no eran apegos, los últimos si los “vi” y los sentí como si estuvieran estáticos y sin embargo fluían con el todo, seguían en armonía, me vino a la mente lo que Ramón nos había dicho la presencial que recién había pasado, “que todos los seres sean felices, que todos sean conscientes”, supe que así tiene que ser, que así va a ser y yo involucrada en ello, no quiero decir que era mi deseo porque la palabra deseo se queda corta, uno se sabe simplemente ahí y es una decisión tomada quien sabe cuando, con quien sabe quien, en quien sabe donde,  pero es un hecho, simplemente es y ya, puedo incluso decir que no había emoción alguna, sólo paz total, certeza absoluta de todo.

Me llama mucho la atención que en esta y otra experiencia que mencionare mas adelante no tenga esa felicidad que se dice, en mi solo hay paz, una paz que rebasa el término, y me da gran, gran tranquilidad y descanso, hay certeza total y amor. No busco esa felicidad, sólo se me hace curioso, tanto como el que me sea tan natural y conocido percibir la unidad de todo. A parte del relato que acabo de mencionar, conscientemente no recuerdo otra vivencia de totalidad, pero en el instante que refiero fue como decirme: “pues si, las cosas son así, la vida es así, es normal”

Poco antes de acudir a otra presencial, la ecuanimidad casi estaba totalmente conmigo, se iba y pronto regresaba, sin embargo hubo un hecho peculiar que llamó mucho mi atención: empecé a detectar como cierta frialdad y/o indiferencia en mi para con el sufrimiento humano, no podía explicármelo, ni diferenciarlo bien a bien, no estaba segura si era parte de la ecuanimidad o que pasaba, esto fue pasando, creo que la ecuanimidad se fue depurando hasta presentarse con amor, suavidad y ternura.

Regresando de la presencial, tuve otra experiencia semejante  a la de unidad, que para ser sincera no recuerdo bien como estuvo, lo que si recuerdo es que fue de amor, que llame incondicional, que se unió con la ecuanimidad, desde entonces son inseparables: paz, ecuanimidad y amor.

Respecto a la meditación. Hacia tiempo que se me venía anunciando la necesidad de tomar una decisión de vida muy difícil, fue un periodo de aproximadamente tres años, las prácticas espirituales iban surgiendo conforme a mis vivencias al respecto, ante la inminente decisión, surgió una práctica meditativa que después, en la maestría me entere que se llamaba Vipassana, fue de gran sorpresa para mi, no cabe duda que la inteligencia espiritual esta siempre presente, pensé, esa es la que continuo realizando hasta la fecha y la que me ayudo a tomar esa difícil decisión, con profundo sentido espiritual.

He notado en mi, mucha tranquilidad, respeto para con los demás y sus circunstancias, ya no juzgo, soy mas compasiva, más paciente, es muy difícil que me involucre en discusiones o situaciones emocionales, la meditación y la yoga son vitales en mi vida, algo que me ha asombrado y que es otra cosa mas que agradezco es que las terapias que aplico son de rápidos y muy buenos resultados, el amor esta conmigo prácticamente de planta.

Respecto a los demás ha habido mucho acercamiento de la familia para conmigo, o solicitan mi presencia en sus hogares, a veces me siento abrumada porque para mi es vital la soledad y el silencio, los sentidos se han agudizado, la gente en general es mas amable conmigo.

Hay una reflexión que tengo desde la primer presencial de la maestría y que antes era una duda-conflicto, es sobre la conciencia, el desarrollo de habilidades extrasensoriales y el manejo de energía, conozco gente que tiene muchos años en la espiritualidad, con gran desarrollo y manejo de los dos últimos aspectos pero que a mi entender les falta mucha consciencia, observo muchos vicios, muchos condicionamientos, muchos miedos, etc., esto, antes de conocer la visión holista de la educación era uno de los diversos conflicto en la práctica espiritual, ahora me es más comprensible y mis reflexiones al respecto van encaminadas a la construcción de un orden o de un enfoque holista de la espiritualidad, aunque suene redundante, no se como lo llamaría pero es algo que ocupa mis reflexiones y gran parte de las disertaciones.

Me es sumamente claro que en esta era de conocimiento es vital el desarrollo de la conciencia y que para ello es imprescindible, una visión de la totalidad, integral, ordenada, clara, coherente y de fácil comprensión, al alcance de  todos los seres humanos, me propongo colaborar a ello.

En este cuarto semestre que culmina la etapa de maestría, las sesiones presenciales se resumieron en una de 4 días, dos de ellos transcurrieron en el Congreso Nacional de Educación Holista compuesto primordialmente por ex alumnos y alumnos de maestría, así como por candidatos a doctorado en educación holista. Inicialmente el evento me era incomprensible, ¿Qué ventajas presentaba un congreso compuesto, casi en su totalidad, por personas preparadas en el misma conocimiento por los mismos maestros?, fueron esos momentos, la oportunidad para el ejercicio de la auto observación, paciencia, apertura, aceptación, amor universal, ecuanimidad y respeto. Pensaba que sería más enriquecedor escuchar y responder las críticas y preguntas de gente en general, sin amplio conocimiento sobre el tema, la apertura y aceptación de las circunstancias fue dando fruto, me di cuenta que si uno solo acepta los hechos como lo que son, aquí y ahora y se entrega a la experiencia, la luz surge, pronto me di cuenta que era perfecto, las cosas tenían que ser así.

La educación holista aunque se fortalece cada día y todos los que poseemos ahora esa visión, sabemos que existen más en esta línea, no hemos tenido el cuidado de contactar con ellos como un grupo, como una shanga compuesta por cada shanga o grupo instruido o en instrucción en educación holista, es decir, como “la masa Crítica” que mencionaban en el mismo congreso; hecho sumamente importante si consideramos que la visión holista es un cambio de visión del mundo, del Kosmos, dirigido a cada uno de los seres humanos del planeta,

Conforme fueron transcurriendo las ponencias, se fue dando a conocer las partes que componen esta gran shanga, la variedad tan armónica que cada celulita tiene en si misma y como se entrelazan e integran entre si todas las pequeñas células y forman la célula mayor. Con hechos, es decir, con las ponencias, el evento puso de manifiesta, a la vez que con los mismos construía, los lazos que nos unen y los reafirmó con el reconocimiento de todos por todos, como individualidades, como partes de un subgrupo y como componentes del grupo mayor, el congreso cohesionó la Shanga de Educación Holista, sumó los esfuerzos y las fuerzas como un todo, se establecieron lazos de pertenencia que fortalecen la incidencia de la Educación Holista en la Humanidad, se puso en práctica el hecho irrefutable de que la totalidad es mas que la suma de sus partes.

Haberme dado cuenta de todo esto, incremento un grano de mostaza, mi consciencia, fue muy sorprendente ver y vivir lo dicho como parte constitutiva de lo mismo, pese a que mi participación fue casi nula, nunca me sentí fuera del contexto y menos aun fuera de mi pequeña célula, viví con cada uno de los integrantes de mi hermoso grupo el nervio, la angustia, la responsabilidad y el gusto de estar frente a los espectadores, paulatinamente el suceso se fue transformando en nuestro evento, en hecho “cerrado”, de pertenencia muy clara, de conspiración con el Kosmos hacia la resignificación de la vida, hacia el desarrollo del respeto y reverencia por la vida, hacia el florecimiento, franco, amoroso del SER UNIVERSAL.

Desde finales del tercer semestre y todo el cuarto, a mi vida se ha incorporado un elemento -que incluye mis tres cuerpos básicos para empezar-: el vivir la impermanencia, creo que eso es; tratare de describir lo que vivo: “siento”, por llamarlo de algún modo, que todo es nuevo cada instante, cada respiración, mi propio cuerpo, cada partícula de el, cada órgano, cada sensación, cada emoción, cada pensamiento, incluso aunque este en una actividad aparentemente rutinaria, cada instante es distinto, puedo quedarme sentada, sin moverme y sin embargo todo es diferente cada instante por dentro y por fuera, la vida toda es diferente cada momento, todo es un cambio constante, natural, tanto que pierdo la noción del tiempo y de los días, al inicio me absorbía por completo esta vivencia, el tiempo pasaba sin sentir, despertaba hacia cualquier cosa y ya era de noche,  el pensamiento también pasaba y pasaba, me empezó a ser difícil coordinar mis pensamientos e ideas, las lecturas me costaban trabajo porque les entendía pero nada se me quedaba, esto duro casi todo el cuarto semestre, la lógica me decía que el tiempo pasaba y que debía escribir los trabajos finales, lo intentaba una y otra vez y nada, no podía coordinar ideas y lo que era peor, ni siquiera me angustiaba, este estado de impermanencia era total en mi, yo era ese estado. Después del Congreso, el pensamiento tomó un poco más de calma y coherencia, sin que el estado de impermanencia desapareciera, todo esto lo vivo pero aun no lo comprendo del todo, he de decir que aunado a este estado se encuentra un gran desapego de todo.

Actualmente mi existencia tiene un gran claridad creciente, orden y equilibrio interno y externo, de respeto y reverencia por la vida, de certeza total, de confianza plena; la vida es simple, clara, sin complicaciones; su claridad es creciente porque creo que nunca llega un límite, en tanto seamos humanos, el proceso espiritual va siempre avanzando, pienso que incluso alcanzando la iluminación el camino continua, no es el punto final.

Con todo el amor, agradecimiento y respeto reciban un cálido abraso.

Hermanos en espíritu.

EDUCACION HOLISTA: PEDAGOGIA DEL AMOR UNIVERSAL

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