Adictos al Amor?
En las últimas fechas una de las características del amor es su condición de adicción. Pareciera que una gran cantidad de personas se encuentran envueltas en relaciones llenas de dolor, de sufrimiento, de desconsideración, y al mismo tiempo, no logran salir de ellas, porque se sienten pegadas, atadas, dependientes de ese mal amor, que les hace tanto daño…
No logran como todo adicto, desprenderse de su mal amor, aunque les haga daño, aunque los lleve al cáncer emocional, prefieren quedarse pegados a esa destructividad que iniciar un proceso de sanación y de recuperación emocional…
Pero cómo identificar sí me encuentro viviendo una especie de adicción al amor?
En primer lugar existe un temor de vivir sin la pareja. No importa sí esta pareja que yo necesito y por la que estoy apegada me consume, me maltrata, me hiere o me ofende. En el fondo no puedo vivir sin él o sin ella. El dolor se vuelve más la tónica de la relación que el vivir una pareja para disfrutar y construir un proyecto de vida.
La vivencia de la soledad les aterra y prefieren continuar dependiendo de esa pareja, que tomar el riesgo de salir adelante en su vida y recuperar su autonomía personal. Como toda adicción, depende del grado y del nivel de dependencia que se tenga de la pareja. Generalmente los adictos al amor necesitan de ayuda, pero sobre todo, son ellos mismos, los que necesitan aceptar antes que nadie su condición de adicción.
Cuando se experimenta un amor adictivo es difícil poder salir y arriesgar un cambio. Estamos tan acostumbrados a ver a través sólo bajo los lentes de la enfermedad emocional que creemos que no somos capaces de superar tal relación. En general se trata de personas que necesitan a su pareja para que les dirija la vida, además de que se haga cargo de ellas, de su bienestar y de su amor.
La realidad psicológica es que parece ser un amor de tipo infantil que cubre carencias muy antiguas y que nos hemos colgado de la pareja para resolver nuestras dolencias y tristezas en la vida. La pareja, aunque quiera, no podrá jamás subsanar nuestra biografía personal. Puede ser un apoyo, pero de ninguna manera, le corresponde cubrir nuestras carencias… ese es un trabajo de crecimiento personal, nos guste o no.
Los adictos al amor, por regla general, se envuelven en juegos psicológicos y de manipulación, claro, no de manera consciente, pero que necesitan que su pareja esté presente todo el tiempo, o bien, que les reporte cada cinco minutos dónde están, que les diga todo el tiempo que los quieren y que además, muestre una desmesurada atención por ellos…
También es muy complicado como pareja del adicto, cubrir todas sus expectativas y demandas. Ante la pérdida de la pareja, se vuelven vulnerables, pierden el ritmo y el sentido de su propia vida, así como la capacidad de autoestima. Se sienten con una fuerte depresión y experimentan el Síndrome de Abstinencia, que es una condición de toda adicción…
Llegan por momento al chantaje y con ello desatan sentimientos de culpa en sus parejas. Los adictos al amor sufren intensamente. Las relaciones se tornan tensas y llenas de sufrimiento y de miedo. El terror al abandono se vuelve una constante y sufren por amar, sufren por no amar, y aman sufriendo.
En general las relaciones con este tipo de amor adictivo lleva a juegos peligrosos de poder y de destructividad, todo con tal de tener al objeto de la adicción. Como los alcohólicos o adictos, hacen lo que sea para conseguir su droga. Así los adictos al amor hacen lo que sea con tal de no perder a la pareja:
Caen en faltas de respeto, humillaciones, se denigran frente a su pareja y frente a sí mismos. Toleran agresiones, indiferencias y maltratos, con tal de tener a esa persona, que según su apreciación, es capaz de satisfacer su amor y dependencia.
Todo amor adictivo es dependiente. Todo amor adictivo genera destructividad en la relación. Todo amor adictivo es un apego. Y todo amor adictivo, requiere de un proceso de recuperación.
No es difícil que en los amores adictivos se caiga en relaciones que se vuelven viciosas al ciclo del dolor por su naturaleza, de pronto tienen períodos en los que su relación marcha muy bien, pero por otro lado, sin más ni más, la relación vuelve de nueva cuenta a convertirse en tormentosa y asfixiante…
Sí te encuentras viviendo en una relación de este tipo, probablemente necesitas ayuda, consulta a un especialista, se requiere de un alto grado de coraje y de aceptación para recuperarse de un amor adictivo…
Hoy en día existen un sinfín de recursos para poder reconstruir tu vida y realmente optar por una relación que te lleve más a la satisfacción y al crecimiento que a la asfixia y estar en un amor tóxico…
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Los diez mandamientos de la vida en pareja
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Ana Giorgana
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