Los jóvenes homosexuales que sufren el rechazo familiar son más propensos al suicidio
Según un estudio publicado recientemente por la Universidad de San Francisco, los jóvenes homosexuales que sufren un fuerte rechazo por parte de sus familias tienen hasta tres veces más probabilidades de consumir drogas y hasta ocho veces más riesgo de intentar suicidarse.
El estudio fue presentado este martes en Madrid, en coordinación con la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF) y de la Asociación de Madres y Padres de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales (Ampgyl), en un acto que contó con la asistencia del secretario de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONG del PSOE, Pedro Zerolo.
En la presentación del trabajo, la presidenta de la Asociación de Padres y Madres de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales, Ester Nolla i Miró, ha señalado que todas las familias que acuden a su organización en busca de información sufren un disgusto cuando sus hijos se lo cuentan, incluso aquellos que antes habían comentado que lo aceptarían.
Sin embargo, “una cosa es decirlo y otra tenerlo en casa”, porque obliga a reconstruirlo todo, ha dicho Nolla i Miró, que ha añadido que cuando se habla de discriminación a los homosexuales se piensa en el exterior, pero “qué duro” es cuando la marginación procede de los abuelos o de los padres.
En este sentido, el secretario general de Movimientos Sociales del PSOE y concejal del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Zerolo, ha recordado que de cada cinco parejas homosexuales que casa en el Consistorio, en dos sus respectivas familias están ausentes.
Además, un tercio de los padres reaccionan negativamente cuando conocen la noticia por primera vez; el 50 por ciento manifiestan una respuesta ambivalente -pero realmente preferirían que su hijo o hija no fuera homosexual o transexual- y el resto lo asume bien desde el inicio, ha explicado a Efe Caitlin Ryan, autora del trabajo “Niños saludables con el apoyo familiar”.
Entre las principales conclusiones, la estadounidense ha explicado que el rechazo familiar se traduce en: una probabilidad ocho veces mayor de haber intentado suicidarse; casi seis veces mayor de sufrir depresión, y tres veces más de consumir drogas, de infectarse por VIH y contraer enfermedades de transmisión sexual, en comparación con aquellos que fueron apoyados por su núcleo familiar.
Los resultados del estudio, que ha contado con cuatro millones de dólares de financiación para cuatro años, confirman que el impacto de la familia es “muy dramático” en la salud física y psíquica de los niños y jóvenes LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales).
Publicado por Alvaro Llàcer
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