El desamor es un riesgo...

Un aspecto fundamental que no está garantizado en la vida de las parejas, es que el amor dure para siempre. Lo deseamos, queremos que así sea.  También nos han dicho:  “ el amor es para siempre”, y nos lanzamos a la tarea de vivir esa creencia o mandato de una manera espectacular.

Cuando vemos en nuestra pareja o en nosotros mismos el menor síntoma de que el amor se está yendo, entramos en pánico, en angustia.  Por supuesto que nadie quiere dejar de ser amado o único para la pareja, sin embargo, cuando el desamor llega a la vida de las parejas, se siente en el alma y en el corazón.

Algo, ese justamente algo, se llama desamor.

-      No se qué me pasa pero,  ya no te quiero como antes.

-      No entiendo por qué,  pero ya no te deseo tanto.

-      No sé de que manera,  pero ya no me interesa lo que te pase.

-      Y, qué te pasa, que ya no me miras como otros días.

-      Y qué me pasa, que ya no me divierto contigo.

-      Y quién sabe que pasó, pero como que nuestros encuentros ahora más bien son desencuentros.

Cuando el desamor sólo está presente en uno de los integrantes la vivencia de tal situación es muy dolorosa para la otra parte de la pareja.  Siente que lo ha dado todo y que su pareja ya no le ama.  La primer pregunta que hacemos es:

¿Andará con alguien más?

Tal vez sí, tal vez no.  El desamor puede tocar la puerta de la intimidad, de la relación, de los intereses, de la compañía.  En fin, no necesariamente se encuentra ligada a la infidelidad, pero puede ser.

En la vida en pareja todo puede ser.  Pero sí alguien te ha dejado de querer, mejor no insistas.  El amor y el sentimiento amoroso no son voluntarios, surgen, se dan, se notan, se sienten y no pueden esconderse.

El desamor igualmente se siente, pero no queremos tocarlo, es un gran dolor y llena la vida de heridas, pero mejor deseamos no verlo, no llamarlo por su nombre. Y empezamos un tiempo de justificaciones:

-      Es que está cansado.

-      Tiene muchos problemas, su mamá está enferma.

-      Los niños la sacan de quicio y por eso está distante.

-      Se encuentra muy cansada, enferma o deprimida.

-      Le fue mal en el negocio.

-      Tuvo una infancia difícil.

-      Es no le dejaron herencia.

Justificamos el comportamiento de nuestra pareja, pero en realidad, estamos tratando de no enfrentar el hecho del desamor. Cuánto dolor, cuánta tristeza, cuánta frustración.

Lloramos, nos ponemos más atentos a nuestra pareja, pero nada sirve.  Finalmente algo se rompió.  Y lo que se quebró, justamente lo mágico del amor.  La ilusión del vínculo afectivo. El nivel de compromiso, y  las ganas de estar conmigo.

Así que es difícil encontrar un lugar de paz y sosiego cuando tu pareja ya no te ama o bien, cuando tú no amas más a tu pareja.  El rompimiento sería lo deseable, pero nos aferramos, dependemos, rogamos que no nos dejen.  Pedimos clemencia, pero parece que nada funciona.

Es muy importante no perder la dignidad cuando se ha tocado el desamor. Porque cuando no te quieren, pues ya no te quieren, nada fácil, una situación afectivamente compleja, pero no queda más que aceptarlo y recuperarse. ¡ A fuerza, ni los zapatos entran!

Además, en el momento en que tu pareja ya te lo ha hecho saber con sus actitudes, acciones y palabras. ¿Qué más necesitas para salirte de esa relación?

Se puede perder el amor, se puede perder a la pareja, se puede perder la relación, pero lo que no se puede perder,  es la dignidad personal.

Tocar el desamor amando a nuestra pareja es una experiencia desgarradora y traumática, lleva tiempo asimilarlo, es una pérdida, es un duelo, y por tanto, tenemos que transitar esos caminos del luto y del dolor . Las heridas se curan con el tiempo y con el proceso de aceptación.

Después de un tiempo llega la calma, la paz, la tranquilidad y las ganas de reiniciar una nueva vida.  Pero mientras tanto, tenemos que recorrer y develar los pasos de la separación.

Y así es, tu mundo cambió, tus circunstancias se modificaron, la vida ya no es igual. Ahora, requieres hacerte cargo de ti, de tu dolor y también de tu recuperación.

Busca a tus amigos, retoma aquellos intereses que dejaste por tu pareja. Vuelve a estudiar, escribe un diario, haz ejercicio.  Necesitas ahora cuidar de ti.

Por que me parece que sí hay un gran desamor por parte de tu pareja, éste empezó mucho antes de que pudieras darte cuenta.  Tal vez, la indiferencia se hizo muy cotidiana, tanto, que se volvió imperceptible.

Pero siempre hay respuestas y caminos para resolver y aunque estemos muy desconfiados, siempre existen maneras de Recuperar la Confianza en el amor…Aún cuando estemos llenos de miedo, enojo, de tristeza y por momentos de desesperación, siempre existe la recuperación con el tiempo.

Gracias por leerme, mi misión e intención es la calidad de vida emocional……

Y pone a su disposición, el lanzamiento de su E_Book

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