Los políticos abandonan la ecología y la educación

Preocupados como están en salvar la economía del gran capital, los políticos del mundo se están olvidando de los dos temas más importantes para el futuro de nuestros jóvenes: la ecología y la educación.

Nuestra argumentación es muy simple:

Preocuparse del futuro es preocuparse por el medio ambiente.

Preocuparse por la educación de los jóvenes es preocuparse de su futuro.

Por lo tanto, si nuestros políticos se despreocupan del medio ambiente y de la educación, se están despreocupando del futuro, y el futuro son nuestros jóvenes.

Vamos a enumerar una serie de hechos que reafirman nuestra argumentación:

-         El Gobierno anterior de los EE.UU eximió a British Petroleum de tener un plan de emergencia en caso de que la plataforma “Deepwater Horizon” provocara un vertido. El Gobierno actual no cambió la antigua normativa y los desastres están a la vista de todos.

-         En España el principal partido de la oposición se ha negado a un pacto en educación necesario para evitar el deterioro educativo nacional. Han preferido mirar a las urnas que aliarse con los demás partidos para sacar adelante un pacto que parece de lo más lógico.

-         Por toda Europa hay una corriente a favor de la instalación de más centrales nucleares, con el consiguiente deterioro medioambiental. Como consecuencia las subvenciones a las energías renovables desaparecerán.

-         La gran mayoría de países han reducido sus presupuestos a la educación con la excusa de la crisis.

-         La cumbre sobre el cambio climático de Copenhague fue un fracaso porque los políticos fueron incapaces de llegar a un mínimo de acuerdo. El dinero necesario para parar el cambio climático lo tenían destinado a salvar a los grandes bancos y financieras, los grandes culpables de esta crisis económica.

Conclusión: Es el gran capital el que está liquidando el mundo natural. Es el gran capital el que influye en los políticos para que sigan en su abandono a la ecología y educación, porque el dinero que debería ir destinado a estas materias, está empleado en favorecer al gran capital. No estaría de más que los que han provocado esta crisis económica mundial fueran “agraciados” con una subida de impuestos (por ejemplo: el llamado “impuesto verde”) conforme a sus grandes lujos. Hay otra forma de hacer política: ayudar a sobrevivir a los que sólo tienen lo que la Naturaleza les regala.